viernes, mayo 25, 2007

Tormentas



Llevamos unos cuantos días en los que el tiempo está revuelto. Normal en estas fechas aunque la fuerza con la que han caído las lluvias si que es algo más inusual. Lo cierto es que los chaparrones que han anegado campos de cultivo y cocheras varias no han sido demasiado bien recibidos por la población, pero yo como soy un poco raro me he sentido genial con la lluvia golpeándo mi cara.

Lo mejor de todo es que la meteorología ha propiciado la formación de tormentas con aparato eléctrico. Mucha gente teme este tipo de situaciones atmosféricas, pero a mí me encantan. Son la máxima expresión de la fuerza de la naturaleza, una descarga de energía brutal que me hace sentir pequeñito, casi insignificante. Los truenos y relámpagos se suceden y como cuando era pequeño, cuento los segundos que pasan entre el relámpago y el trueno para saber a que distancia está la tormenta. La verdad es que no hacía falta contar, las que hemos vivido estos días estaban encima de la ciudad. Era impresionante escuchar el estruendo de las masas de aire chocando, mientras los rayos iluminaban las calles oscurecidas por los nubarrones.

Esta semana he tenido trabajo de campo en la estepa castellana y es aún más impresionante ver paso a paso como se forman las tormentas, como el color gris le gana la batalla al azul y comienza a llover. Al principio muy flojito, casi sin querer, pero poco a poco va aumentando hasta que la potencia de las gotas se hace notar debajo del chubasquero. Luego escuchas el primer trueno que hace retumbar la tierra y los campos de cereal, levantas la cabeza y en el horizonte divisas como los rayos caen cerca de la torre de repetición de algún pueblo. La perspectiva es increíble, los pelos de los brazos se erizan y sientes la energía y el poder de la electricidad.
Cuando subí al coche estaba empapado y lleno de barro como un niño pequeño que se ha divertido saltándo en los charcos. Seguramente por eso me gustan tanto las tormentas, porque por un ratito me siento como cuando tenía siete u ocho años y no me importaba nada.

1 comentario:

who? dijo...

hay gentes que prefieren no ser comentadas, otras que prefieren leer antes de que salga por ahi algo que no les gusta, y hay gente que necesita sr hablada de, otros tipos de gente existen tambien, pero lo importante aqui es que primero pasan diariamente una cantidad infinita de cosas sobre gente que no hace nada, otra cantidad de gente hace cosas y quieren que se sepa, lo gracioso es que uno termoina no solo enterandose sino queriendose enterar de lo ultimo de paris hilton mientras afuera taladran un hueco al centro de la tierra, son quejas propias de un suceder distinto pero de un suceder al fin, y como los sucederes pretenden inmortalizarse dire que afuera parece que va a llover, el tiempo es feliz a traves de otros, demasiado tiempo hablado, ausencia de ausencias, debe ser el dia que se va haciendo gris desde adentro de mi casa