viernes, diciembre 31, 2010

Naturaleza Urbana

Camino hacia la Catedral. He quedado allí con mis amigos y la temperatura suave de una tarde con el cielo plomizo se presta a dar un paseo. La música que suena en mis auriculares me hace ir a buen paso mientras medito sobre la dichosa navidad, la locura de las compras y la añoranza de quienes no están aquí cerca para disfrutar de ellos. Unas cervezas no vendrán mal.

Llego al punto de encuentro con diez minutos de adelanto así que busco un banco libre. Encuentro uno que justamente mira de frente al imponente edificio gótico que domina la ciudad de León desde su atalaya. Siempre que quedo, y llego con un poco de margen, me gusta contemplar su majestuosidad y me imagino como sería para un ciudadano del siglo catorce observar semenjante gigante de piedra cuando por aquella época el edificio más alto no superaba las tres plantas. Imagino el barro en las calles y los suaves destellos de la luz de las velas el altar que se filtarían por las vidrieras dándole un aspecto casi fantasmagórico en las frías noches de invierno. Imagino a feligreses, beatas de misa diaria y peregrinos entrando para rezar o simplemente para empaparse de su inmensidad y belleza. En fin, me teletransporto a otros mundos pasados y me evado de mis problemas terrenales en un lugar dedicado a todo lo celestial.

Por otro lado, cuando la imaginación tan propia del niño que tengo a flor de piel, se ve tapada por el adulto que soy en realidad, establezco un juego más realista con la Catedral. Ella se me muestra con todo su esplendor y yo trato de encontrar cada día algún detalle nuevo que no había contemplado hasta ese momento: las letras grabadas en una torre, las ventanas en forma de trébol o los cuernos de la gárgola. Pero ayer me sorprendí gozando con uno de sus habitantes.

Sentado en el banco con la música relajando mi mente y mirando hacia arriba con la boca abierta descubro en el reflejo de la luz de una farola el aleteo de una polilla. Inmediatamente su vuelo llama mi atención (una polilla en invierno) y fijo mis ojos en ella dejando a mi Catedral de lado por un momento. El insecto volador está frenético, me quito un auricular, luego el otro, y entre todo el gentío oigo claramente el chillido de un murciélago que en un instante ya se ecuentra persiguiéndola. Supongo que ha salido de su letargo invernal con las altas temperaturas de los últimos días.

Ambos bailan la danza de la vida y de la muerte y parece que lo están haciendo para mí. Nadie los mira en toda la plaza, sólo yo. El espectáculo de la naturaleza urbana en su más puro estado se me presenta como un regalo navideño y me siento un privilegiado. La bailarina quiebra una y otra vez al depredador, pero el ecolocalizador del mamífero impide que se distancie mucho de él. Revolotean de un lado a otro y al cabo de un par de minutos el quiróptero gana la batalla y se lleva a su presa hacia la oscuridad de algún escondite catedralicio.

Increíble, solo me falta aplaudir. En ese momento veo a lo lejos como se acerca hacia mí uno de los amigos con los que había quedado.

Os dejo con el baile del pato:
http://www.youtube.com/watch?v=5zfrvhii6GM&feature=related

sábado, diciembre 25, 2010

Historias de amor

Hace un tiempo me regalaron una novela de amor. Cuando el libro cayó en mis manos comencé a leerlo con avidez ya que la persona que me lo había entregado es muy especial para mí y además me había hecho un comentario acerca de él: "Es la historia de amor más bonita jamás contada".

Imaginaos, con semejante crítica, "El amor en los tiempos del cólera" se convirtió rápidamente en mi lectura prioritaria aunque reconozco que en un primer momento me echó para atrás, puesto que las novelas de amor no me llaman especialmente la atención. Soy más de intrigas policiales, novela de historia medieval española, prehistórica o misterios y enigmas antiguos. Sin embargo tras las presentaciónes de los personajes principales, la historia se hizo fluída y amena.

Al principio leía un montón de páginas al día ya que lo que pretendía era avanzar en la trama, saber como se resolvía el triángulo amoroso entre el doctor Juvenal Urbino, Fermina Daza y el enamorado sin respuesta, Florentino Ariza. Incluso llegué a llevarme el libro al instituto para leer mientras mis alumnos hacían el examen que les había puesto. Siempre tenía un montón de tarea pendiente: preparar sesiones para el día siguiente, montar un Power Point para que los chicos entiendan de una forma más visual qué es un Movimiento Rectilíneo Uniformemente Acelerado o corregir cuadernos y trabajos. Pero casi todos los días sacaba un rato para leer y así poco a poco me metí de lleno en la historia.

De lo que no me dí cuenta hasta que pasaron unas sesiones de lectura a la luz de la triste lámpara de mi mesita, es de que cada vez el tiempo me cundía menos en cuanto a páginas leídas. Hacía mucho que no me ocurría esto con un libro, realmente estaba paladeando cada palabra, cada frase en la que Gabriel García Márquez describía los desgarradores sentimientos de Florentino hacia Fermina o los escarceos pseudo-amorosos de Juvenal Urbino. Ya no me importaba tanto avanzar, como apreciar lo finamente que hilaba el escritor y así el fin del libro se me ha ido dilatando en el tiempo hasta que lo he terminado hace a penas tres días.

Sin duda una buena lectura en cualquier momento del año, pero ahora que muchos estáis pensando en qué regalar estas navidades, os recomiendo que os acerquéis a una librería y compréis este libro. Seguro que no falláis. Os dejo con un breve pasaje que refleja a la perfección la maestría en la descripción de sentimientos de García Márquez:
Le rogó a Dios que le concediera al menos un instante para que él no se fuera sin saber cuanto lo había querido por encima de las dudas de ambos, y sintió un apremio irresistible de empezar la vida con él desde el principio para decirse todo lo que se les quedó sin decir, y volver a hacer bien cualquier cosa que hubieran hecho mal en el pasado.

Si queréis más, ya sabéis "El amor en los tiempos del cólera" y puestos a dar consejos, no os dejéis las cosas sin decir nunca para que no os pase lo mismo.
Que paséis una muy feliz navidad.

Y si ponéis esto de fondo mejor que mejor:
http://www.youtube.com/watch?v=Z_F39ziI2_o

lunes, diciembre 13, 2010

No estamos tan mal

Publica hace unos días el diario ABC (que llega a todos los institutos de forma gratuita y en cantidades industriales, no sé por qué) que según el último informe PISA de la OCDE, Castilla y León se sitúa como la Comunidad Autónoma con mejor comprensión lectora de España y empatada en el primer puesto con Madrid en cuanto a matemáticas y ciencias. Como diría el ex-presidente del Barça, Joan Laporta, no estamos tan mal!!

Lo cierto es que en la anterior entrada me quedé agusto despotricando sobre las innumerables faltas de ortografía y de expresión escrita de mis alumnos, pero como digo siempre que alguien me pregunta si de verdad los chicos son tan burros: no es tan fiero el león como lo pintan. Los que destacan son precisamente ese grupo de tontines que se dedican no hacer nada dentro del aula y menos fuera de ella, pero en esa clase (y en todas) existen alumnos que son potencialmente muy buenos. El problema es que de ellos nunca se habla, y a menudo son marginados por sus compañeros por el hecho de ser más inteligentes o más trabajadores, e incluso por el profesorado. Sí, sí por el profesorado que siguiendo la dichosa normativa LOE trata de integrar a todo el alumnado en el aula y en la materia metiéndolos en el mismo saco, el saco que yo llamo saco de la mediocridad.

En dicho saco se encuentran las competencias básicas que todo alumnado debe adquirir al finalizar la etapa educativa de la ESO (cito casi textualmente la ley, al igual que un mantra nos lo hacen aprender) Pero nadie se acuerda de los conocimientos específicos de cada materia, nadie se acuerda de los alumnos que ya han adquirido esas competencias en primaria, que por otro lado es donde se deberían adquirir, y por supuesto, nadie se acuerda de fomentar la excelencia del alumnado que lo merece e incluso lo demanda. No, es mejor tener a 25 alumnos mediocres que en un futuro serán unos borreguitos más de esta sociedad, que mantener un nivel intelectual medio-alto en los diferentes cursos para que los chicos salgan bien formados, y el que no llegue no llega y punto.

Sé que éstas últimas palabras levantan ampollas en una sociedad que basa sus vidas en lo politicamente correcto y en la igualdad de todo y de todos, pero eso no es así. Desde mi humilde punto de vista es un error muy grave tratar de que todos los niños y niñas alcancen el mismo nivel porque lo veo sencillamente imposible, a no ser que se reduzca dicho listón hasta una altura que puedan superar hasta los más limitados. Creo que hacer eso sería caer en el engaño para el buen alumno, inteligente y/o trabajador, ya que demanda más y no se le da, y también para el limitado ya que se llevará el batacazo tarde o temprano, y cuando la realidad glopea, lo hace de forma dura y cruel.

En fin, como decía al principio y apropiándome de las palabras de otro, no estamos tan mal!!, pero no nos relajemos, aún queda mucho camino por andar. Sí, ya nos podemos equiparar a los países del centro de Europa e incluso a alguno situado más al norte, pero no lancemos las campanas al vuelo. Esto es solo una pequeña batalla ganada (por la que no dan medallas ni nada), pero la victoria final todavía está muy lejana.

Hoy esta porque me recuerda a tí:
http://www.youtube.com/watch?v=-9l5t3MWss8

jueves, diciembre 02, 2010

Cultura lectora

"Depurar es cuando limpias el agua para bolber a utilizarla porque hai poca"
Este es sólo uno de los ejemplos que me encuentro, casi a diario, y que muestra la maravillosa expresión escrita que poseen mis alumnos. Faltas de ortografía que se repiten una y otra vez en redacciones, trabajos y exámenes. Y no sólo eso, frases inconexas que no tienen sentido alguno, y que ni ellos mismos alcanzan a comprender cuando se las devuelvo y les pido que me las expliquen para ver si me entero de algo.

- Cuánta falta hace leer más! - exclamo para mí mismo.

El caso más flagrante con el que me he encontrado es el siguiente: corrigiendo un examen me topo en un ejercicio en el que debían identificar si las frases eran verdaderas o falsas, con que uno de mis iluminados alumnos me pone "haccion", cuando en la frase en sí figuraba la palabra correctamente escrita (acción, se sobreentiende) Reacciono con un gesto de desaprobación que se oye en toda la sala de profesores. No me lo puedo creer, es que ni siquiera saben copiar, ¡manda huevos!

Desesperación sería la palabra correcta para definir la sensación que me invade en ese momento, pero trato de calmarme y reflexionar. ¿Cómo motivar al alumnado hacia la lectura, hacia una forma de hablar y de escribir correcta y elegante? No encuentro respuesta en mis archivos mentales, soy un profe de ciencias al que le gusta escribir y leer, pero es que yo lo he mamado desde pequeño. En mi casa no se leía demasiado, esa es la verdad, pero mi madre siempre abría un libro cuando se iba a la cama y todavía hoy lo hace, aunque cada vez más a menudo sustituye los libros por prensa rosa.

Con la desazón propia del educador frustrado llego a casa y después de comer me pongo a leer un rato. Quizá quiera resarcir a mis jóvenes discípulos cargando yo con la que debería de ser su tarea, pero lo cierto es que leo porque me gusta. De hecho, por la noche, ante la inoperancia televisiva para entretenerme y hacerme desconectar, me voy a la cama antes de lo previsto y retomo la lectura del último libro que me han regalado.

A la una de la madrugada me despierto con el libro apoyado en mis narices. Me he quedado dormido con las historias de amor de Fermina Daza y Florentino Ariza y el doctor Juvenal Urbino. El cansancio de los días de conducción en nieve y de zozobra educativa han podido conmigo, pero me siento agradecido por esa cultura lectora que mis padres me inculcaron de pequeño.

Mañana seguiré leyendo y tratando de que mis alumnos también lo hagan.

Hoy un lugar para imaginar y disfrutar:
http://www.youtube.com/watch?v=PqtB6amV6uE

jueves, noviembre 18, 2010

Recuerdos

Hay detalles que te hacen recordar momentos especiales. A menudo son nimiedades, estractos insignificantes de tu vida, que se atreven a difuminar el trazado de la carretera que supone tu rutina diaria, pero que sin embargo, albergan en su pequeñez la capacidad de activar los circuitos neuronales de la memoria y hacer que, al menos, por un rato revivas situaciones que por una u otra razón son especiales para tí.

Hace un par de días, viendo un documental sobre los insectos con los que nos podemos topar en un seto, en el que se explicaba la delicadeza y extrema complejidad de los mismos, uno de esos circuitos de los que hablaba antes se puso en marcha. Instantáneamente surgió en mi mente un trabajo de ecología en el que precisamente debíamos de analizar la diversidad de artrópodos presentes en un matorral escogido al azar. Poco a poco los recuerdos se fueron haciendo cada vez más nítidos y la sensación de alegría mucho más fuerte.

Aquel trabajo fue el primero que realizamos por grupos fuera del corsé que suponían las prácticas de laboratorio, en las que identificar huesos humanos, animales pinchados en un corcho o conservados en formol, y plantas prensadas o más secas que la mojama en el desierto, era poco menos que un suplicio. Nosotros queríamos salir al campo y aquella primera tarea supuso un despertar para nuestros sentidos de biólogos "de bota".

Por supuesto nos juntamos cuatro amigos para realizar la tarea encomendada. No era fácil, el inolvidable doctor Ena era bastante hueso, no por estricto, sino mas bien por excéntrico en sus exigencias y acribillador a base de preguntas que muchas veces no sabías a qué cuento venían. Sin embargo a mí me parecía divertido, y creo que a mis compañeros de trabajo también. Lo bueno de colaborar con amigos y no con simples compañeros de facultad es que el trabajo se convierte en un juego. No en vano los recuerdos que han aflorado en mí son gratos y me colman de las buenas sensaciones vividas.

Recuerdo cómo realizábamos varias pruebas para matar a los bichos. Primero con un humero, luego con insecticida y por último agitando enérgicamente el matoral. La gente que pasaba veía a cuatro elementos metiéndole semejante viaje a una pobre planta se quedaba boquiabierta, no nos decían nada, pero sus miradas tenían una mezcla entre abroncadoras e interrogantes.

No me puedo olvidar de los paraguas de colorines que utilizábamos para recoger todos los animalitos que caían en ellos. No sé a quien se le ocurrió la idea de colocarlos de forma cóncava, pero funcionó. Lo malo es que la gente sumaba a su desconcierto ante el maltrato botánico la psicodelia multicolor de los paraguas y caía en un estado de incredulidad dificilmente descriptible.

Pero sin duda, el recuerdo que con más intensidad aparece en mi mente es el que ilustra lo que venía después de los muestreos: los bocatas y la cervezas tumbados al sol en el parque de La Candamia, los campeonatos de salto desde columpio que nos transportaban a la niñez, las risas al ver volar a un tío de casi dos metros de largo y sobre todo, la evasión de todos los problemas, aunque fuera durante ese rato.

Esta entrada va dedicada a todos aquellos que disfrutaron con sus prácticas fuese en la carrera que fuese, y a todos aquellos que añoran esos momentos.

http://www.youtube.com/watch?v=4t3YbqHr-mw

lunes, noviembre 08, 2010

La compañía de la tierra

Vuelvo a mi ciudad. En realidad, nunca me he ido, mi corazón sigue allí. Las circunstancias del destino han querido que este fin de semana, en contra de lo que yo imaginaba que iba a ocurrir, regresara a León. Para darle más motivos al gozo de retornar a mi tierra, la mayoría de mis amigos se encontraban allí y eso, últimamente, no es fácil que se produzca.

Obviamente hubo cena, copas y fiesta hasta las tantas, pero lo que me lleva a escribir hoy estas líneas no es el disfrute de las horas de juerga en compañía de los míos, sino una compañía muy diferente, aunque igualmente reconfortante.

Suele ocurrir que después del tranoche viene la resaca, y nosotros acostumbramos a pasarla tomando algo por el mismo lugar en el que el día anterior bebimos, bailamos y cantamos. Como si de ladrones se tratara, volvemos al lugar del delito para comentar la jugada, pero esta vez no fue del todo así.

Quedamos, como siempre, con la intención de matar las copas con cerveza, lo cual parece contradictorio pero funciona. Sin embargo, esta vez lo hicimos más temprano de lo habitual, lo cual nos supuso caminar sin rumbo fijo a la caza y captura de algún bar de tapeo abierto (tampoco es cuestión de beber sin llevarse nada al estómago)Y en ese caminar es donde apareció la nueva compañía, la de la ciudad.

León siempre me recibe con agrado, como una amante que arde en deseos de llevarte a su cama, o como una madre que se muere por estrecharte en sus brazos tras una larga ausencia, según se mire. Lo que no es nada habitual es que me reciba así paseando con mis amigos. Suelo disfrutar del paseo y de mi relación con las calles, los edificios y los monumentos a solas. Cuando más lo necesito ella está ahí y nunca me falla. Caminar por el casco antiguo es para mí como el bálsamo que la hechicera Circe le aplicó a Ulises tras vencerla en su treta o quizá, es como el veneno que ponía la maga en el vino, pero con el efecto contrario, el de olvidar el resto de tierras y enamorarte cada vez más de tu patria.

De repente, a alguien se le ocurrió expresar sus pensamientos y sus sentimientos en voz alta:
- El caso es que no me apetece tomar nada, se está muy bien paseando por León ¿qué os parece si seguimos un poco más?-
Creo que todos pensábamos lo mismo, y pese a que el frío empezaba a notarse ya en la cara, continuamos caminando y charlando. Así sin darnos cuenta,y tras un buen rato ensimismados con la belleza y la hospitalidad renovada de nuestra tierra llegamos a uno de los bares de tapeo que más nos gustan. Ni que decir tiene que paramos y nos bebimos una cerveza (leonesa por cierto) a la salud de nuestra tan amada ciudad.Dicen que cuando vives en León te mueres por salir de allí y que cuando te vas no vives por regresar. En mi caso, está confirmado.

Hoy os dejo con Gandalf, no el mago, sino un grupo leonés que mezcla la música celta con otras músicas:
http://www.youtube.com/watch?v=-NYgR2xmXB8&feature=related

martes, noviembre 02, 2010

Bocazas

Siete de la mañana, el despertador suena con su monótono ruido advirtiéndome de que debo ponerme en pie. Todavía entre sueños me apunto una nota mental, cambiar la música del infernal aparato para que no me sobresalte ni una sola mañana más.

Después del desperezamiento habitual, caliento café y pongo la televisión ya que me gusta ver las noticias mientras desayuno. Lo primero que oigo es que el alcalde de Valladolid, de cuyo nombre paso de acordarme, ha hecho unos comentarios ofensivos y muy machistas sobre la recién nombrada ministra Leire Pajín. Poco menos que la ha tachado de chupapollas (las cosas por su nombre) y ha insinuado que a él también le gustaría que le hiciese un apañito. Un perla vamos.

No tardaron en aparecer las quejas por parte de asociaciones feministas y grupos políticos (salvo del PP, partido en el que milita el susodicho individuo) y por la sociedad en general que vió en las mencionadas declaraciones un punto retrógrado y soez que rayaba con lo vomitivo. Lo mejor de todo fue la manera de excusarse del elemento pucelano. En vez de decir que había metido la gamba hasta el fondo y que presentaba su renuncia por bocazas, se retractó de sus palabras aludiendo que la señorita Pajín también se había equivocado, e incluso más que él. A eso lo llamo yo salirse por la tangente.

Al cabo de unos días, otra noticia sorprendente me asalta en el camino al instituto. Cuenta la radio que el señor Sánchez Dragó ha declarado públicamente que en sus años mozos viajó a Thailandia (creo recordar) y que allí se zumbó a dos chicas menores que se lo comían con los ojos. Sus palabras eran otras, mucho más asquerosas y que me dan arcadas, pero prefiero no reproducirlas aquí. El caso es que el presunto "escritor e intelectual" lo contaba, no para redimirse ni pedir perdón por sus actos, sino para vanagloriarse de ello como si de un trofeo de caza se tratase. Lo que no alcanzo a imaginarme es a las dos pobres niñas mirando a semejante baboso con ansia carnal, y encima haciéndolo con ganas. Madre mía, que ahora sí me viene la comida a la garganta...

De nuevo muchas voces salierona criticar al individuo fichado por Telemadrid y supongo que por ende, también militante del PP. Aunque de todas ellas me quedo con la manera de "quitarle hierro al asunto" de la presindenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que con valentía torera y desvergüenza política y ética argumentó que las declaraciones de su amigo Dragó eran literatura, y que había que diferenciar la literatura de lo real.

En fin dos ejemplos que en realidad son tres de lo que muchas veces les cuento a mis alumnos, y que me enseñó mi abuelo de pequeño: más vale callarse la boca y parecer tonto, que abrirla y despejar todo tipo de dudas.

Sin más me despido por hoy, voy a ver si cambio la músiquita del despertador y a lo mejor con mucha suerte también cambian las noticias cantamañaneras, que uno se cansa de tanta imbecilidad. Igual pongo esta:
http://www.youtube.com/watch?v=cq_VeUMtyzU&feature=related

lunes, octubre 18, 2010

Mirando hacia arriba

Camino por las calles de mi ciudad observando a la gente y todo aquello que me rodea, pero me doy cuenta de que la mayoría de los viandantes con los que me cruzo posan sus miradas en las baldosas que cubren el suelo del casco antiguo. Imagino que pasean absortos en sus pensamientos tratando de hallar la solución al más enrevesado de los enigmas del universo o quizá, simplemente piensen el la cena que van a preparar esa noche o la película que van a ir a ver al cine. El caso es que cuando alguno de ellos me mira, se sorprende de que yo no mire al suelo, sino hacia arriba.

Y es que mirar hacia arriba es un acto que a muchos les puede parecer altivo y pretencioso, pero si lo pensamos bien no lo es tanto. Incluso puede recordarnos a las canciones que entonábamos en el patio de la escuela: Mirad pa' rriba que caen sardinas, mirad pa' abajo que caen escarabajos... (lo sé, existen muchas versiones, tantas como maestros de escuela y monitores de campamento, esta es sólo una de ellas)A veces,mirar hacia arriba, puede ser un gesto de desesperación. No es infrecuente ver a un futbolista lamentarse ante la ocasión de gol fallada con una mirada hacia el cielo, tratando, supongo, de buscar respuestas o a lo mejor consuelo.

Para mí este acto es cotidiano. Seguramente sea un defecto profesional derivado de las muchas horas apreciando el vuelo de las aves como ornitólogo aficionado. Tratando de descubrir el colorido de sus alas entre la frondosidad de las copas de los árboles, que camuflan al pájaro evitando depredadores y cazadores desaprensivos; o buscando indicios de sus actividad en las rocas de los acantilados, las torres de las iglesias y los altos muros abandonados de viejas construcciones que han pasado a ser asentamiento de colonias aviares.

Supongo que al igual que hago yo con ellos, los paseantes que se cruzan conmigo y me ven mirando hacia arriba conjeturarán sobre mí, y estoy bastante seguro, de que piensan que soy un guiri que se ensimisma ante la belleza arquitectónica y monumental de la cidad que recorre. A mí me parece hasta gracioso que me consideren un turista. No son pocas las veces que me han ocurrido situaciones cómicas al confundirme la gente con un estranjero y hablarme en otro idioma. Por un lado lo veo lógico, puesto que con las pintas que tengo es muy normal que me confundan con un extranjero norteño, pero por otro lado me da un poco de pena que mis paisanos no contemplen y aprecien la ciudad como yo lo hago. Cada día descubro algo nuevo y eso me encanta. Para mí es uno de los pequeños placeres de esta vida. Por eso retomo esta bitácora recomendando, que no aconsejando, que miren ustedes hacia arriba, quizá descubran un mundo nuevo en un lugar que han recorrido cientos o miles de veces.

Les dejo con uno de mis favoritos, Luar na Lubre:
http://www.youtube.com/watch?v=nP4W_vafmD8&feature=related

martes, abril 06, 2010

Plantar un pino (II)

- Rubéééén
De nuevo, a voces me llama el secretario del instituto.
-Dime - respondo ya sin muchas ganas.
-Pues que ya tengo las plantas ahí en el coche, mira a ver si tienes un rato y les echas un vistazo.

Algo sorprendido contesto, -Pero, si yo había quedado con los del ayuntamiento en que iban ellos y traían el material.-

- Sí, pero he ido yo. Nosotros otros años lo hacemos así además así escojo yo unas cuantas para mi jardín. Ellos sólo ponen a los forestales y la herramienta necesaria.

Sigo alucinando, hay que tener morro. Encima, a estas alturas ya había hablado un par de veces con la responsable del ayuntamiento y la de la Casa del Parque de San Leonardo para tratar de diseñar alguna actividad asociada a la plantación, y que no se convierta en eso, en un mera plantación. Pero esto me descabala todos los planes porque se suponía que eran ellos los que iban a poner las plantas. En fin, tendré que mirar a ver lo que ha traído.

Abro el coche y me encuentro con plantas de todo tipo a excepción de las que habíamos solicitado. Bueno si he de ser sincero una sí que había, romero. Las demás no tenían nada que ver con la serie de vegetación del pinar ni por asomo: tejo, serval de cazadores, frambuesos, píceas, cedro del líbano. Quizá alguna podía ser salvable aunque fuera de refilón para explicar algo coherente, quizá las lavandas y los rosales silvestres me sirvieran para algo.

De nuevo vuelvo a hablar con la responsable del ayuntamiento y con los forestales y resulta que no se ponen de acuerdo en la fecha en la que pueden realizar la actividad en el instituto todos juntos. A lo largo de la mañana cambiamos la fecha hasta tres veces, a Cristina, profesora responsable de actividades extraescolares, la vuelvo loca con tanto cambio de planes, y yo por mi parte además de la mala leche que se me está poniendo, empiezo a pensar en la posibilidad de no realizar la actividad. Y todo para que al final la fecha inicial se mantenga, el caso es tocar las narices.

Por fin llega el día (diez días después del verdadero día del árbol) y todo un despliegue de efectivos: la responsable del ayuntamiento, la de la Casa del Parque y cuatro forestales, dos de ellos en prácticas, pero sólo yo de profesores porque mi compañero de departamento se ha puesto malo. La primera hora transcurre tranquila, gracias a la inestimable ayuda del gran Juanu. Les ponen un visionado de un Power Point sobre los distintos bosques que existen en la zona, su importancia y la gestión que se hace de ellos. Y tras esto salimos ha hacer la plantación, en la cual como es normal nos inclinamos por especies resistentes como el romero, la lavanda y el rosal. Ni un sólo árbol. Trato de proponer plantar uno entre todos en la entrada del instituto, así podrán venir a regarlo durante el verano y lo verán crecer a lo largo de sus años de instituto, pero parece que los chavales no están muy por la labor, así que desecho la idea.

Bueno, como véis un día del árbol sin plantar árboles y lo peor de todo, un día en el que creo que los chavales no han aprendido nada, ni se han concienciado de nada. Sólo les sirvió para perder unas cuantas clases. Llamadme iluso, pero me lo imaginaba de otra manera.

http://www.youtube.com/watch?v=ZDR2jT-UX-c&feature=related

sábado, abril 03, 2010

Pequeños indicios

Abro la ventana de mi habitación y el sol de la mañana inunda toda la estancia. La cama revuelta pide a gritos ventilación y el aire fresco matutino la abraza satisfaciendo sus deseos. Es lunes, y tras un fin de semana largo en el que las horas de sueño han sido escasas mi cuerpo necesita calma. Afortunadamente entro tarde a clase y puedo dejar que la pereza vaya poco a poco desapareciendo. Me asomo a la terraza y respiro un poco de aire puro mientras mis músculos, que todavía conservan el calor nocturno, se tensan al notar el frío serrano.

Cuando, todavía bastante dormido, me doy la vuelta en dirección al baño escucho un canto que reconozco a la primera. No son los gorriones que llevan ya unas semanas buscando amoríos, ni las urracas que rompen el cielo con sus graznidos, sino que son ellos, ya están aquí, los aviones comunes. Vuelvo a salir a la terraza y los veo surcar el viento con su vuelo veloz y casi espásmódico. Pasan por debajo de mis pies y vuelven a elevarse unos metros más allá. Su dorso azulado en el que reluce un obispillo blanco como la nieve que se ha ido ya definitivamente del pinar los hace inconfundibles.

Los aviones son esas "golondrinas" que cuelgan sus nidos en aleros y balcones, y al igual que sus parientes de cola larga vienen aquí en marzo para emparejarse, reproducirse y volver a sus cuarteles transaharianos con la otoñada. Desde la terraza sigo observándolos y una sonrisa se dibuja en mi cara, si los aviones están aquí, la primavera también.

Decido salir de casa pronto, todavía me queda una hora y media para empezar mi jornada laboral así que cojo los prismáticos y camino, dando un paseo hasta el instituto. La vega del arrollo que pasa por San Leonardo está cuajada de matorrales y de chopos que todavía están desnudos con lo que son idóneos para la observación de aves. Sin ningún impedimeto foliar que camufle a los pájaros, me topo fácilmente con una pareja de herrerillos que andan con las nupcias.También encuentro carboneros, petirrojos, un par de camachuelos y a lo lejos oigo el "relinchar" del pito real. Todo parece estar cobrando vida de nuevo tras el crudo invierno en la serranía de Soria.

Llegando ya al instituto me detengo a observar los nuevos brotes que están saliendo en los sauces que anclan sus raices en el mojado suelo de la orilla del arrollo. Y un poco más arriba me llama la atención un conjunto de flores blancas que destacan sobre el fondo verde de los pinares. Es un majuelo que orgulloso luce sus encantos a la espera de que algún insecto volador ejerza de celestino y cumpla con su misión polinizadora. Me acerco para apreciar bien la delicadeza de las flores y descubro que ya están ahí, un par de abejitas andan enfrascadas en la recolecta de polen.

Definitivamente, aunque pequeños, son bastantes los indicios que me hacen pensar que la primavera ya está aquí. Por fin!!!!

sábado, marzo 27, 2010

Atún rojo

Siempre he pensado que la caza y la pesca bien gestionadas son beneficiosas para los ecosistemas. No sólo contribuyen a regular y controlar la dinámica poblacional de las especies sometidas a presión cinegética, sino que además eliminan individuos enfermos o malheridos. Por otro lado el vil metal es un elemento esencial en este ámbito, ambas actividades mueven mucho dinero y existen numerosas poblaciones que viven a expensas de ellas. Lo bueno es que en dichas poblaciones se da un efecto de retroalimentación positivo en el cual la caza de ciervos (por poner un ejemplo) supone unos ingresos para la gente de los pueblos en concepto de ocupación hotelera, restaurantes y demás (por no hablar de las licencias, mediante las cuales la Administración se embolsa cuantiosas sumas de dinero) Esos ingresos que la caza supone para el pueblo hacen que sus habitantes sean los primeros interesados en conservar el entorno que les rodea para que la caza se mantenga.

Llegado este punto he de decir que como soy un poco contradictorio, que sobre todo con la caza tengo un problema grave, no me gusta ver morir animales. La pesca deportiva bien entendida supone la captura de peces que se devuelven al río o al mar en condiciones para poder seguir llevando a cabo su vida. El problema en ambas radica en la sobreexplotación. Cuando no se gestiona correctamente una actividad como esta las consecuencias pueden ser fatales: extinción de especies, agotamiento de caladeros, introducción de especies alóctonas con el fin de mantener la actividad y posterior proliferación masiva de las mismas debido a varios factores (ausencia de depredadores, desplazamiento de nichos, mayor capacidad reproductiva, etc.) A esto hay que añadir el furtivismo que llevado a cabo por auténticos desalmados, poco o nada amantes de la naturaleza, elimina demasiado a menudo especies en peligro de extinción. La caza ilegal de linces ibéricos en Extremadura y Andalucía quizá sea el ejemplo más sangrante.

En Andalucía también me sorprendió un arte de pesca tradicional y desconocido para mí hasta que visité por primera vez Zahara de los Atunes (Cádiz) Nombre que dice mucho de su principal actividad, la pesca del atún rojo que en sus ruta migratoria atraviesa el estrecho de Gibraltar. El arte se llama almadraba y se remonta a la época prerromana. Es una técnica de pesca compleja en la que numerosas embarcaciones participan tendiendo un enorme laberinto de redes que dirige a los atunes hacia una trampa (copo) final de la que no pueden escapar. Una vez capturados las embarcaciones rodean a los peces y los levantan a pulso. Los marineros luchan titánicamente contra la fuerza salvaje del atún rojo mientras que poco a poco el cerco se estrecha. Cuando los atunes rompen la línea de agua salpicando de salitre los cascos de los barcos, los marineros desde la cubierta los arponean. El mar comienza a teñirse de rojo por la sangre y los más experimentados saltan al agua, arpón en mano, para seleccionar los mejores ejemplares y liberar aquellos que son pequeños u otras especies que no interesan y que se han visto atrapadas.

Sin duda es una actividad sangrienta y muchos ecologistas extremistas me dirán que los animales sufren innecesariamente. El caso es que se ha demostrado que esta actividad extractiva es mucho más sostenible que la que realizan los barcos pesqueros japoneses en dichas aguas (Japón es el principal consumidor de atún rojo a nivel mundial, de hecho el 80% de las capturas españolas se exportan al país del sol naciente) Dichos barcos son industrias pesqueras flotantes que han estresado tanto la población que el atún rojo está a punto de desaparecer de nuestras aguas.

Con respecto a esto se ha propuesto recientemente incluir al atún rojo (Thunnus thynnus) dento del listado de especies protegidas en el Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES). Incluso se propuso crear un santuario Balear a fin de conservar el principal área reproductora de esta especie. Sin embargo todas las reuniones han resultado nefastas para el atún rojo y se podrá seguir pescando sin problemas.

No se perderá la tradición de la almadraba, pero como decía un almadrabero de Zahara mirando con tristeza a un enorme pesquero japonés: ¿hasta cuando?

Hoy Solas: http://www.youtube.com/watch?v=xD_3CnaeCoM&feature=related

viernes, marzo 19, 2010

Microeólica

Hace ya unos cuantos años, mientras estaba estudiando en la facultad me apunté como socio en Avafes (Veterinarios para la Atención de la Fauna Exótica y Salvaje) No soy veterinario, pero los cursos que ofertaba esta asociación eran bastante atractivos por sus contenidos y por la adquisición de experiencias nuevas para un biólogo como yo.

Esta asociación no solo organizaba cursos sino también prácticas de colaboración en centros de recuperación de todo el país. Si tenías ganas y tiempo, podías irte como mínimo quince días a trabajar en estos centros y a aprender de primera mano lo que se cuece en ellos, con gastos de alojamiento incluídos (manutención no, eso sí) En fin un chollo para estos centros ávidos de personal barato (gratuíto diría yo) y para los estudiantes a los que se nos daba la oportunidad de conocer la realidad del trabajo de campo.

Los centros más solicitados siempre eran los más grandes y famosos como Grefa o el CRAM, pero a mí por ser un novato me tocó irme a Asturias, concretamente a Luarca, para echar una mano en CEPESMA (Coordinadora para el estudio y la conservación de las especies marinas) Una pequeña organización no lucrativa que trataba de dar a conocer la biodiversidad marina del Cantábrico mediante la sensibilización y el trabajo de recuperación.

Al llegar allí me sorprendió algo que no había visto nunca, el centro de recuperación era autosuficiente energéticamente gracias a dos placas solares instaladas en el techo y a un pequeño molino de viento que había en el patio. Estuve casi un mes trabajando allí, alimentando gaviotas, pardelas y tortugas heridas o deshidratadas. El desastre del Prestige ya había pasado y la verdad es que el curro era muy llevadero. Hasta tuve tiempo de limpiar el esqueleto de una marsopa que había aparecido varada hacía unos meses con el fin de exponerlo en el pequeño museo que tenían en Luarca.

Hoy me acuerdo de todo esto porque ha salido a la luz una noticia que expresa la posibilidad de negocio de la energía microeólica. La instalación de pequeños aerogeneradores en las casas supondría un ahorro energético brutal y a las pruebas me remito. En esos días en CEPESMA nunca tuve un problema con la luz, y eso que había aparatos conectados en el pequeño hospital veterinario.

El problema para este tipo de energía, como siempre, llega desde la administración. No hay una legislación eficaz para ella y por tanto no se le pueden otorgar subvenciones. De hecho está integrada dentro de la energía eólica tradicional, la de los grandes molinos que cada vez proliferan más en los montes. Obviamente estos pequeños aerogeneradores no causan impactos ambientales tan graves como los enormes parques de Tarifa (por poner un ejemplo) Pero su avance se ve frenado, en la inmensa mayoría de los casos, por el laberinto burocrático al que hay que enfrentarse a la hora de su instalación, puesto que éste es el mismo para cualquier modelo de energía eólica.

En la noticia que leí se solititaba una legislación que contemplase a la microeólica como una fuente de energía independiente y yo, desde aquí, espero que no tarde mucho en ser una realidad.

sábado, marzo 13, 2010

Don Miguel Delibes

Allá por octubre de 2008 escribía en este mismo blog sobre las chicas a las que había ninguneado durante mi etapa de estudiante, cegado por el amor no correspondido que profesaba a una de las chicas más polulares del centro. El caso es que la piedra de toque para hablar de ellas había sido la búsqueda en mi caja de libros de Tres pájaros de cuenta, con el fin de utilizarlo en mis clases. Mientras rebuscaba me había topado con un diario que escribía en el instituto y en el que me centré en aquella entrada, sin saber que poco tiempo después iba a tener que hablar del libro en cuestión, casi obligatoriamente.

Tres pájaros de cuenta fue mi descubrimiento en la infancia de un autor español imprescindible. Por supuesto me estoy refiriendo a Don Miguel Delibes recientemente fallecido. Su descripción de las costumbres del cuco, la grajilla y el cárabo observadas durante la niñez en el pueblo son parte de mi acervo cultural y sin duda una de las causas por las que yo también observo a las aves. En mi mente quedó grabado lo mal bicho que era el cuco al poner los huevos en el nido de otros pajarillos más pequeños como el petirrojo o las currucas para que ellos los sacaran adelante. Hoy lo veo con otros ojos, desde un punto de vista de ecología y supervivencia, pero sin duda en mí queda el recuerdo de aquel naturalista que describía con primor los paisajes de su tierra.

Después, en el instituto, llegó la hora de leer Los santos inocentes. Desde mi punto de vista su gran obra maestra,que mostraba la vida en un cortijo extremeño en el cual la diferencia de clases entre los señores y los críados servían de hilo argumental. Aquel libro me enganchó desde el primer momento, los personajes estaban tan bien formados que era imposible no introducirse en sus historias cotidianas. ¿Quién que haya leído el libro no se acuerda de Azarías?, el retrasado mental amante de las aves y sobre todo de su milana bonita. Por no hablar de Paco el Bajo, hombre que cuida de su familia y del cortijo del señorito Iván al que rinde una especie de vasallaje que en realidad, disfraza un caciquismo exagerado.

Muchos fuímos los que leímos el libro sin saber que había película, aunque la verdad es que yo no me arrepiento, nunca leer es una pérdida de tiempo. Eso sí la película en la que Mario Camus lleva al cine la novela de Delibes es soberbia, preciosa y emocionante. Alfredo Landa en el papel del Paco y sobre todo, el gran Paco Rabal como Azarías forman parte ya del imaginario audiovisual de este país.

Posteriormente vinieron algunas lecturas más de las obras de Miguel Delibes, La sombra del ciprés es alargada o Las ratas. Toda su obra estaba impregnada de anecdotas de caza (de la cual era un gran aficionado) y de descripciones del entrono natural que no dejaban de llamarme la atención. Siempre he defendido la caza como un modo de gestión sostenible del ecosistema, aunque por mis principios, no soy partidario de que se maten animales por deporte, reconozco que una caza bien llevada es beneficiosa para el medio. Unas lecturas aquellas, que eran sencillas debido a su narrativa fácil y sin alardes, pero llena de maestría.

Sin querer me he dado cuenta, escribiendo estas líneas, que he crecido con las historias de Don Miguel y que mis pensamientos sobre naturaleza han evolucionado a la par. Supongo que alguna influencia habrán tenido en mí las tardes de lectura y estoy seguro de que igual le ocurre a muchos españoles. Por eso desde aquí quiero rendir mi humilde homenaje a ese gran escritor, pese a que son muchos los galardones que ha recibido a lo largo de su vida y los actos de conmemoración que estos días se suceden en España y en Valladolid en particular.

Un cáncer de colon con el que llevaba lidiando unos años se lo ha llevado, pero nos quedan sus escritos y su recuerdo.

domingo, marzo 07, 2010

Cambios de opinión

La Biología es una materia que abarca a muchas otras y a la par se nutre de ellas para desarrollar su propia estructura. Es normal, un concepto tan complejo como "ciencia que estudia la vida" requiere de muchas otras ciencias que se encarguen de profundizar en aspectos más particulares. En ese sentido, y supongo que me ocurre como a todos los biólogos, hay partes de la Biología que no me gustan demasiado, por ejemplo: bioquímica, química orgánica y genética. No en vano, soy "de bota", lo mío, lo que relamente me apasiona es la zoología, la botánica, la ecología y también la antropología, aunque la citología y la histología no me desagradan.

En estos días un tema recurrente de conversación en la cafetería del instituto y en los bares del pueblo es la oposición de secundaria a la que nos enfrentamos este verano. Me temo que de aquí a junio las charlas girarán en torno a cuantos temas se estudia cada uno, las plazas que van a salir y la realización de las programaciones didácticas. Lo cual es una jodienda porque soy de los que piensa que bajar a tomar algo con tus compañeros implica desconectar de todo, hablar de temas intrascendentes o trascendentes pro no relacionados con la dichosa oposición.

Siempre trato de buscarle el lado positivo a las cosas, y el que mis compañeros sean monotemáticos me ha servido para aprender una cosa de ellos. Debido a mis pasiones internas con la biología ambiental, a la hora de estudiar los temas de la oposición siempre me he centrado en aquellos que, en principio, menos trabajo me deberían de costar por hablar de la evolución de las plantas o de las características de los cordados. Sin embargo, ellos estudian en función de lo que dan en clase.

Tras una jornada de cañas me volví a casa y lo sopesé, pero el problema es que la materia que yo doy en 2º de Bachillerato trata la biología que menos me gusta. Un poco agobiado me tiré en el sofá y me puse a leer un artículo de Eduard Punset en el que habla del desarrollo del cerebro humano y de sus características con respecto al del resto de animales. En una de las citas explica que a nosotros nos cuesta mucho cambiar de opinión, aunque las otras opciones sean mejores y eso hizo que la bombillita de mi cabeza se encendiera y brillara con todo su esplendor.

Me levanté, busqué uno de los temas de bioquímica y me puse a estudiarlo. Todo fluía en mi cabeza como por arte de magía. Sin a penas esfuerzo recordaba las enzimas que intervenían en la transcripción, cómo el ARN de transferencia iba ayudando en la síntesis ribosomal de proteíanas, etc...Y es que es cierto, no hay mejor manera de estudiar que explicar a los alumnos la materia, hablar con ellos, exponerles las posibles dificultades a la hora sentarse delante de los apuntes y responder a sus dudas. Todo ello me ayuda a memorizar y a fijar conceptos de manera sencilla. Y es que a menudo no encabezonarse con una cosa y cambiar de opninión sobre ella es una muy buena opción.

Hoy caña, que ganas de volver al spining. Con esta canción lo daba todo:
http://www.youtube.com/watch?v=ehzDSoErCW4

lunes, marzo 01, 2010

Plantar un pino I

- Rubééén.
Me acerco al secretario del instituto, que desde el final del pasillo reclama mi presencia: - Sí, dime -
- Pues verás, que nos ha llegado la convocatoria para solicitar plantas para el Día Internacional del Árbol y se nos va a pasar la fecha. - Ah! vale. ¿Y qué tengo que hacer? - Pues nada, mira un poco...lo que tu veas...no sé. Es para que los chavales planten ahí en los alrededores árboles y tal. (Esto traducido viene a significar lo siguiente: este marrón te toca tí como jefe de departamento de Biología y Geología así que yo te doy estos papeles, tú me los rellenas y el día que haya que plantar no cuentes conmigo para nada)
- Vale vale, pues ya me leo la convocatoria y te paso el listado.

Con esas me voy al laboratorio y, entre clase y clase, voy leyendo los papeles oficiales. En ellos dice que queda muy poco para llegar a la fecha límite para presentar solicitudes, así que me pongo manos a la obra. Bajo a administración en busca de ayuda y de paso ver si tienen una copia de la solicitud del año pasado y cual mi sorpresa al comprobar que se pidieron sólo algunas coníferas, aligustres y Cotoneaster sp. (el arbusto ese con frutillos rojos, tan bonito y tan tóxico, por otra parte, sobre todo en un centro donde hay chicos que se pueden comer las bayas que produce, en fin) Resignado subo al departamento y me reuno con mi compañero para que me cuente algo más, pero él tampoco sabe nada, su jubilación está cercana y tengo la sensación de que pasa un poco del tema.

A estas alturas ya estoy un poco caliente y con ganas de mandarlo todo a la mierda ante el entusiasmo que muestran mis compañeros por el proyecto, pero me puede la moral, la ética o yo que sé qué y decido hacer las cosas bien. Busco en internet algo de información sobre la comarca en la que está enclavado el pueblo. Es la comarca de pinares y como tal la vegetación dominante es un bosque de pinos silvestres y algún que otro negral.

Imagino entonces que sería bueno tratar de realizar una pequeña muestra de la serie de vegetación de este pinar en la plantación del Día del Árbol. Mi cabeza carbura a tope y desempolva los recuerdos de fitosociología y fitogeografía (los apuntes desgraciadamente están en León) "Esto me figuro que será el sector soriano, y ¿qué cojones dominaba aquí? Climáticamente hablando estamos en un mediterráneo sin duda, pero con toda la influencia de la sierra, pues no sé. ¿Y de qué tipo es el sustrato? Ácido ¿no? Sí tiene que serlo, las acículas de los pinos reducen el pH del suelo, luego éste tiene que ser ácido. Ya, pero entonces ¿hay serie o no hay serie?"

Hasta ahí iba bien la cosa, pero a la hora de determinar si existe serie o no me atasco. Pienso "hombre el los claros de los pinares sí que crecen algunos matorrales, pero el sotobosque es muy escaso" Al final me decido a pedir arbustos porque total ¿qué van a plantar los chicos?, ¿sólo pinos? Y las dudas vuelven a asaltarme, aunque esta vez mi archivo histórico de los años de facultad sale pronto a la luz y no me cuesta nada acordarme de la serie típica de un bosque ácido: árbol (el que sea), piornal, pastizal, brezal. Muy bien, pues ya sólo tengo que buscar las especies que quiero solicitar. Busco de nuevo en internet y me decido por Cytisus oromediterraneus (debido a la altura a la que me encuentro) y Erica umbellata (por ser el brezo de flor más bonita a mí parecer) También solicito alguna aromática por aquello de imprimirle a la plantación un carácter más mediterránero, así incluyo en la lista al romero y a la lavanda.

Orgulloso de mi trabajo entrego la solicitud al secretario, que casualmente está reunido con el jefe de estudios. Ambos la leen detenidamente y me dicen:
- No sé para qué te has esforzado tanto, al final van a mandar lo que les dé la gana.
Prefiero callarme la boca, son mis jefes, pero no puedo evitar decirles:
- Al menos habrá que pedirlo ¿no? Luego que manden lo que quieran.
Aunque con ganas me quedé de decirles que me hubieran ahorrado el trabajo si me lo hubieran dicho antes y que si ellos no se mojaban, pues yo tampoco. Con ese espíritu se te quitan las ganas de todo joder! Pero bueno, todo sea porque los alumnos salgan un poquito de clase, hagan cosas diferentes y de paso, aprendan algo más acerca de su entorno.

Ya os contaré que tal sale la experiencia. De momento os dejo con un descubrimiento, Gaelic Storm:
http://www.youtube.com/watch?v=5xtVipOjTEE

sábado, febrero 20, 2010

Invierno

Salgo del instituto, el día ha sido fructífero: una práctica casi improvisada que ha salido a la perfección y un par de clases en las que he sentido como mis alumnos se entereban de todo pese a la complejidad de la materia en 2º de bachillerato. Todavía es pronto, los viernes acabo antes con el fin de viajar a León, pero este fin de semana me quedo en San Leonardo, así que emprendo el paseo hasta mi casa con calma. Pese a que el sol brilla en lo alto, el frío golpea la cara y los músculos faciales se tensan.

Bajo la cuesta y me recreo observando como del pinar que hay en la colina de enfrente sale un bando de rabilargos que cruza delante de mis congeladas narices. Trato de contarlos, pero me distraigo con sus destellos azules en vuelo. Al menos hay quince y todavía escucho a algún rezagado en los pinos. El rumor del arrolluelo crecido tras las últimas nevadas llega a mis oídos a la par que el canto de alarma de un carbonero común, que desde lo alto de los chopos me observa oculto a mis ojos.

Atravieso el pequeño puente y tras dar unos cuantos pasos, de los escaramujos desnudos que hay a mi vera, me llega el sonido inconfundible de un verdecillo. Su canto largo y fluctuante le delata y no tardo en encontrar su silueta posada en una ramita con esos brillos amarillos y verdes tan característicos. Siempre he asociado este animal a la primavera, a los días en los que puedes salir de casa con una cazadora fina o incluso sólo con un jersecillo. De hecho en ese momento dudo de si este ave es migratoria o no, yo pienso que sí, que sube al norte con los calores de abril, pero no estoy seguro.

La alegría de encontrar indicios faunísticos del final del invierno no es tal, puesto que no puedo evitar indagar sobre este pajarillo. Al parecer es una especie sedentaria, aunque más abundante en territorios con características más mediterráneas de las que se pueden encontrar en este pueblo. Realiza pequeñas migraciones dentro de nuestro país y eso sí, sube hacia Europa central durante la época de cría, pero sí que se le puede ver en otoño e invierno. De hecho se han datado bandos numerosos en diversas zonas de España durante estas épocas.
Para colmo de males esta mañana cuando me he levantado de la cama para estudiar, me he encontrado con este paisaje al abrir la persiana. La nieve ha hecho una estelar aparición como queriéndome recordar que todavía falta para que llegue la primavera. En fin, esperaré a que lleguen las golondrinas.

Hoy clásica:
http://www.youtube.com/watch?v=Wi06dukrRXs

lunes, febrero 15, 2010

El nuevo léxico carnavalesco

De todos son conocidos los carnavales de Canarias, con sus deslumbrantes vestidos portados por bellísimas mujeres, o los de Cádiz, amenizados con la gracia y el salero de las chirigotas que hacen repaso de forma socarrona a lo acontecido durante el año anterior. Eso aquí, pero repercusión mundial alcanzan los de Brasil donde el carnaval es casi una religión, sobre todo, al bailar dentro del sambódromo de Río en el cual los danzantes alcanzan el éxtasis.

Sin embargo hay otro tipo de celebraciones en estas fechas, que no aparecen tanto en los medios de comunicación, y que nos tocan muy de cerca. Antes de continuar he de reconocer que soy un verdadero analfabeto en cuanto a estas tradiciones se refiere, pero en mi afán de enriquecimiento cultural he aprendido algunas cosas. Lo primero que me llama la atención de estos carnavales es que tienen una denominación y un lenguaje propios. En la mayoría de las fuentes en las que he consultado se les llama "Antruejos" y parece ser que se remontan a épocas pre-romanas y en nuestra provincia (León para los no asiduos) existen varios antruejos diferentes, con personajes diversos de nombres desconocidos para mí hasta la fecha.

Son famosos los de Alija del Infantado en los que el bien y el mal se enfrentan en una lucha encarnizada por el dominio de la villa, encarnados en dos tribus: los jurrus y los birrias. Los jurrus representan una tribu salvaje y maléfica que con enormes pinzas de madera "jurrean" a todo el que se ponga por delante. Éstos seres quieren hacerse con el control de la villa encabezados por el gran Jurru, pero a su encuentro salen los birrias, otra tribu salvaje, pero converida a la causa de Doña Cuaresma (señora de Alija) que desde lo alto del Castillo de Pimentel contempla la escena. Al final los birrias se imponen y la paz reina durante un año más en el pueblo.

Otros Antruejos famosos son los de Llamas de la Ribera en los que los guirrios danzan por las calles junto a las madamas. Al parecer los guirrios también se remontan muy atrás en el tiempo, antes de la dominación romana y no se sabe muy bien su origen, pero yo me quedo con una de las explicaciones que he encontrado, por la parte que me toca, y es que son una representación de los viejos mitos griegos y romanos del Silvano y del Fauno que corrían tras las doncellas para volverlas fecundas.

En los pueblos de la alta montaña leonesa como Riaño y toda su comarca, se celebra el Antruido (también llamado Mojiganga) otra celebración antiquísima y con personajes de curiosos nombres. La fiesta anunciaba el fin del invierno y la cercanía del equinoccio de primavera y en ella participan: la vieja (símbolo del año que se va), el oso (símbolo del mal), el ciego (personaje literario tradicional), las damas que simbolizan la fertilidad y los más curiosos de todos, los zamarrones que ataviados con una máscara con cuernos, zamarra, polainas, cencerros y madreñas tocan su turullo al viento tratando de ahuyentar a los malos espíritus.

Supongo que me dejo muchas localidades y tradiciones en el tintero, pero simplemente quería hacer una aproximación a estas celebraciones de carnaval tan particulares y propias de nuestra región. Que me perdonen los bañezanos por no haberles mencionado, pero sus carnavales ya tienen fama suficiente y hay que dar difusión a otros. En cualquier caso, prometo que intentaré informarme mejor de dichos actos para el año que viene y por qué no, asistir a alguno de ellos en directo.

Os dejo con Capercaille, mito viviente del celta escocés:
http://www.youtube.com/watch?v=DMyfl66C4yc&feature=related


domingo, febrero 07, 2010

San Blas

Recuerdo a mi abuela de mil maneras diferentes, enseñándome a leer y a escribir en la galería de la casa vieja, contándome cuéntos y fábulas tradicionales, asando castañas e incluso tirándome el chupete a la lumbre cuando ya "era demasiado mayor para andar con eso en la boca". Pero estos días la ha vuelto a mis pensamientos por otra de sus características, conocía todos los refranes habidos y por haber, y me los iba enseñando poco a poco explicándome con paciencia su significado.

Uno de los primeros que aprendí era éste: "por San Blas la cigüeña verás, y si no la vieres, año de nieves" y lo enlazaba con otro: "año de nieves, año de bienes" Hoy en día esta sabiduría popular ha quedado obsoleta en muchas localidades españolas donde las cigüeñas ya no migran. Tienen el alimento necesario en los vertederos, y los inviernos ya no son tan duros como antaño. Por tanto, pueden críar a sus pollos sin necesidad de irse al Sáhara cuando aquí el frío te parte los huesos. Se han establecido como especies sedentarias en tejados, líneas de alta tensión y campanarios formando parte del paisaje de pueblos y ciudades.

Si bien el refrán ha quedado obsoleto, las tradiciones de la festividad de San Blas siguen muy en boga en el pueblo en el que actualmente vivo (supongo que en muchos otros también) Aquí, en San Leonardo de Yagüe, la fiesta comienza un día antes, con Nuestra señora de las Candelas en la que lo típico es ir al teatro a ver una comedia representada por los propios vecinos, mientras te pones hasta las patas de torta, chorizo y vino. Pero el día grande es el 3 de febrero, San Blas. Ese día la gente se pone guapa, viste sus mejores galas y sale a la calle a disfrutar de las tradiciones.

La mañana comienza con la misa y los danzantes bailando "el paloteo" dentro de la iglesia. Baile que tuve la oportunidad de contemplar en primera fila, gracias a la amabilidad de unos autóctonos (como yo los llamo) que ya se han convertido en compañeros y amiguetes. Me dejaron una capa salmantina y pude entrar hasta el altar donde los danzantes bailan para el santo. Tras los bailes la virgen de las Candelas y San Blas son portados a hombros hasta la hermita de éste último. Mientras la procesión avanza las mujeres ataviadas con el traje típico de serrana bailan una jota marcha atrás para no perderle la cara al santo. En dicha jota acaba participando todo el mundo y hasta éste que teclea, que no tiene ni pajolera idea de bailar jotas, se animó.

Por último hay que besar la reliquia de San Blas. Dicen que protege y cura de los males de garganta y por extensión de todo lo que tenga que ver con el aparato respiratorio. No soy demasiado creyente, pero después de todo lo que he pasado, y teniendo la profesión que tengo, en la que la voz es mi instrumento de trabajo, no está de más recurrir a todo tipo de ayuda, incluso divina.

El día culmina con el café de San Blas y con berbena de tarde y berbena de noche. Entre una y otra se sigue otra tradición muy arraigada por estas tierras, comer y beber a base de bien. Esta gente es amante del buen yantar y en cualquier sitio al que te sientes para llenar el buche disfrutas de una buena comida y de un buen vino. Así que yo, con mi propósito de integrarme en la vida del pueblo, cene como un señor un buen solomillo, haciendo un brindis interno, eso sí, por mi abuela, esté donde esté.

Hoy os dejo con el baile del paloteo, aunque no es lo mismo que verlo en directo. Aguantad hasta el final, espero que os guste: http://www.youtube.com/watch?v=4L1hITb_vD0

P.D. A desde la sombra: No me importa que pongas enlace, aunque sigo sin saber quien eres.

sábado, enero 30, 2010

Hermanamietos

Hace ya un tiempo la ciudad de León se hermanó con la francesa Chartres. Muchos eran los motivos que favorecían el estrechamiento de relaciones entre estas dos urbes. El primero de ellos es su origen romano, aunque bien es cierto que el de la ciudad gala se remonta a los pueblos celtas llamados Carnutes, quizá también en eso coincidamos, puesto que son muchos los asentamientos celtas en la provincia de León, eso sí, ninguno en la propia capital.

Otra de las coincidencias entre León y Chartres es su implicación en el Camino de Santiago, del cual a buen seguro, hablaré durante este año, ya que como muchos de vosotros sabréis el 2010 es Año Santo Xacobeo. Pero sin duda, el motivo principal de nuestro hermanamiento es que compartimos dos de las joyas más importantes del arte gótico europeo, nuestras catedrales. Sólo conozco la de Chartres por fotos, pero estoy seguro que cualquiera que visite León, no podrá dejar de asombrarse ante la belleza y majestuosidad de la Pulcra Leonina, sobre todo si se detiene a observarla de noche, cuando la iluminación artificial muestra su impresionante arquitectura recortada en el cielo oscuro.

Y no sólo las catedrales, estoy seguro que más de uno lo discutiría, y si no me creéis preguntásdselo a los burgaleses o a los habitantes del barrio de Notre Dame en París. Pues para todos ellos, decirles que además de la catedral, el último motivo de hermanamiento entre mi amada León y la, hasta ahora, desconocida para mí, Chartres, el motivo que no admite discusión, es que ambas catedrales pugnan amistosamente por ver cual de ellas tiene las vidrieras más bonitas, no sólo de Europa, sino del mundo.

Pues bien, hoy leo en el periódico que con motivo del 1100 aniversario de la fundación del reino de León, se ha propuesto un nuevo hermanamiento. Esta vez la elegida es una ciudad española con mucha historia y que al igual que León, desde mi punto de vista, es una gran desconocida. Estoy hablando de Córdoba, la antigua capital del califato omeya que hoy en día se encuetra olvidada del turista que prefiere conocer Sevilla y Granada cuando visita Andalucía, y sin embargo se olvida de deslumbrarse ante la sala de las columnas de la Gran Mezquita o tratar de imaginarse la inmensidad de la Medina Al-Zahra. De hecho, y me quedo con una cita que no es mía pero bien me hubiera gustado firmar, la imporatancia de ambas ciudades es tal decía un famoso actor que León debería ser el padre de España y Córdoba la madre.

Durante muchos años el califato guerreó contra los pueblos cristianos, entre los que se encontraba el reino de León. Unas veces la victoria cayó del lado árabe como en el caso del arrasamiento y humillación que Almanzor infrigió a la población leonesa, agrandando el territorio califal hasta los límites de la Cordillera Cantábrica. Otras, fueron los reyes de León los que derrotaron al ejército moro, como por ejemplo en la batalla de Simancas donde Ramiro II,al frente de una coalición navarra, aragonesa y leonesa, aniquiló a las huestes de Abderramán III que huyó mal herido permitiendo ampliar fronteras al reino de León, desde el Duero hasta el Tormes.
Hoy ya no es tiempo de batallas, si no de reencuentros. Son muchos los puntos que nos unen con Córdoba y muchos más los que nos separan culturalmente. Ambas ciudades fueron capitales fundamentales en la historia de España, ambas regidas por grandes mandatarios, pero una cristiana y la otra mora. Todo ello ha forjado una diferencia cultural tremenda entre las mismas, pero como digo es momento de reencuetro, de entregarnos al conocimiento de nuevas culturas que sin embargo comparten una historia común a la nuestra. Yo por mi parte, sólo espero que este hermanamiento vaya hacia adelante y que sirva para dar a conocer a la población las increíbles páginas que escribieron en la historia los habitantes de León y de Córdoba durante la Edad Media.
Hoy os dejo con uno de los mejores pipers del mundo. Por cierto ¿quién me invita a 100 con cola? jaja:

sábado, enero 23, 2010

Parecidos razonables

Cuando veía El Informal, en los años de instituto, había una sección que me gustaba mucho. Se llamaba "parecidos razonables" y por si hay algún despistado que no sabe de lo que hablo os explico. En ella cogían fotos de gente famosa y buscaban semejanzas con otros famosos, siempre manteniendo el tono jocoso del programa. Todavía recuerdo alguna cómo: "¿por qué no ha vuelto a hacer ningún programa Mercedes Milá? quizás porque en realidad es Camila Parker Bowls" (Hay que tener en cuenta que de aquella Gran Hermano no existía).

Y es que a quien no le han sacado parecidos. Cuando naces tu familia se empeña en repartir las partes de tu rostro entre tus progenitores.
- Ay mira, tiene la nariz de su padre. -
- Sí, sí pero los ojos son los de su madre. -
- Pues lo que es seguro es que esas orejitas tan pequeñas son clavadas a las de su abuela. -

Ya de mayor, la afición crece, aunque a menudo, las similitudes brillan por su ausencia. Si no que se lo digan a Antonio Resines. Al parecer tiene un montón de dobles por ahí circulando, ya que cualquier tipo calvo y con bigote se parece a él.

He de reconocer que a mí también me han sacado algún parecido. Cuando jugaba a balonmano llegó a León un portero danés al cual decían que me parecía mucho, de hecho en el equipo juvenil me llamaban Kasper Hivdt. Y lo cierto es que somos un calco, aunque él es bastante más alto que yo. Últimamente también me comparan con un actor norteamericano que se llama Woody Harrelson y al que por más que miro, no me saco parecido, quizá un aire sí, pero no mucho más.

El caso es que dicen que todos, absolutamente todos tenemos un gemelo escondido por ahí, y a mí me resulta cuando menos curioso. El problema radica cuando, buscando estos parecidos alguien te confunde con una persona con la que nadie querría identificarse. Y esta semana algo así ha sucedido y con una relevancia a nivel mundial. Unos agentes yankis se han puesto a jugar con el photoshop, tratando de obtener un retrato robot de cómo sería ahora Bin Laden, y no sé que tipo de extraña asociación de ideas han tenido en su cabeza para relacionarlo con Gaspar Llamazares.

No pasaría de mera anécdota de no ser porque estamos hablando del delincuente más buscado del mundo y de un político español, no son personas cualquiera de la calle. El error ha sido tan garrafal que desde los Estados Unidos le han envíado una disculpa al señor Llamazares por haber utilizado su frente y su pelo para obtener la imagen de la discordia. Pero de todas maneras un par de dudas surgen en mi mente en este momento: ¿cómo en un ordenador de Estados Unidos aparece la imagen de Gaspar Llamazares como posible elemento de comparación para obtener el retrato robot de Bin Laden? y ¿Llamazares tendrá los huevos de pisar suelo yanki con la que está callendo en cuanto a materia de seguridad?

En fin, me quedo con las comparativas inocentes y cómicas que hacían en El Informal y ya puestos yo propongo una: Con un gorro rojo ¿quién no diría que Llamazares vivía en pitufilandia y cuidaba de todos los pitufos?

Y ya que va de risa, pues os dejo con Paganini y el gran violinista Ara Malikian:
http://www.youtube.com/watch?v=h_yISg6pcq0

martes, enero 19, 2010

Apuntes de apoyo

Corría el año 2002 (como me gustan estos comienzos, jeje) y un grupo de jóvenes estudiantes de Biología se disponían a afrontar la siempre temida época de los exámenes de febrero. Ese año quizá con mayor inquietud que nunca, puesto que, en segundo de carrera se cursan las asignaturas más duras de todas, esas que hacen un tapón de alumnos enorme y que crían fama de llevar a algunos a abandonar los estudios. A eso hay que sumarle que, el que más y el que menos, tenía todavía alguna pendiente de primero.

Con la consiguiente tensión que todo esto genera muchos piensan en recurrir a las chuletas, también conocidas como apuntes de apoyo, pero un reducido grupo de jóvenes se decide a jugársela. El exámen en cuestión es tipo test, aunque con respuestas múltiples, puede haber desde una válida, hasta cuatro, incluso ninguna, un jaleo vamos. Tanto que deciden presentarse así, a pecho descubierto, eso sí procurarán sentarse todos juntos en amor y compañía. Son al menos cinco personas fieles a la causa (aprobar a toda costa) y malo será que no puedan situarse, cuando menos, cerca, dentro del inmenso aula destinada al efecto.

El diseño del examen es fastidioso, pero establecen un código (que obviamente no voy a desvelar aquí) con sonidos en la mesa y números representados con los dedos detrás de la nuca, para corroborar las respuestas en compañía. El problema es que genera dudas entre algunos y se empiezan a oír comentarios catastrofistas del tipo: "nos van a pillar y no la aprobamos en la puta vida", "ya verás como me tengo que cambiar a otra facultad para terminar los estudios", etc. Así entran en el aula y logran sentarse todos juntos, con la separación oportuna entre unos y otros.

Mientras rellenan los primeros huecos: - Está sí, esta también; o la c?; o espera la d) Todas las anteriores son ciertas. Madre mía, palmo fijo!! - Alguno que otro saca papelitos de lugares insospechados con letras diminutas, pero nuestros cinco amigos siguen ahí, marcando casillas.
En un momento de despiste del profesor se oye tocar en la mesa, es la señal! Una mano marca un 4 y la otra un 2. - Vale pregunta 42 - , más toques en la mesa a modo de respuesta. Y de repente se oye: "que no me entero" A lo cual el de los toques replica en voz baja: "la a) y la b) joder!!"
Ale a tomar por el culo el código. Uno de los profesores que vigilan levanta la cabeza del periódico pero no dice nada, o no se ha enterado o se hace el longuis. Mas bien lo segundo, el titular de la asignatura está en la sala y no lo ha visto así que él no va a decir nada.

Al final se suceden los comentarios en voz baja y nuestros cinco amigos hacen el exámen en común. La técnica ha funcionado, eso sí con la ayuda inestimable del profesor adjunto que hasta se sonreía al ver el descaro de aquellos alumnos. Aunque ahora venía lo peor, la incertidumbre de saber si te habían pillado o no hasta que salieran las notas. Al final, los cinco aprueban.

Pues bien esta especie de juego del ratón y el gato se ha terminado, al menos en la universidad de Sevilla donde han aprobado la presunción de inocencia para todo aquel al que pillen copiando. Se ha de establecer una comisión formada por profesores y alumnos para que evalúen la relevancia de lo copiado en la nota final del examen, increíble pero cierto! Sólo así se podrá suspender a un alumno que ha copiado. Donde quedará ahora la sensación de riesgo, el miedo a que te cacen y la satisfacción de librarte por los pelos?; donde ese "cinco pelao" que te libra de una asignatura horrible y que te sabe a sobresaliente?; dónde esos apuntes de apoyo escondidos en el escote o debajo de la falda? (cómo para pillarte algún profesor del género masculino!)

En fin, hasta el mundo de la chuleta está en crisis.

Hoy una gaiteira espectacular. Aguantad que a partir del minuto dos y medio empieza lo bueno:
http://www.youtube.com/watch?v=fZiSTBJumMQ

P.D. A Camino: Todos bien, espero que vosotros también.