domingo, septiembre 23, 2012

Fenómenos literarios

Cada cierto tiempo se repite, se da un fenómeno literario que arrasa en las librerías y se convierte en el centro de todas las conversaciones de cafetería. Incluso pueden darse varios fenómenos al mismo tiempo, orientados a diferentes tipos de lectores. Referencias recientes existen muchas y a buen seguro seguirán apereciendo otras. Por citar algunas: Dan Brown y sus hostorias de misterio, J.K. Rowling y el mago Harry Potter, Stieg Larsson y todas las novelas negras asociadas a su éxito o el último pelotazo entre las mujeres, Cincuenta sombras...

Sin embargo, entre mis amigos, la saga de novelas que se ha puesto de moda es Juego de Tronos. Para los extraterrestres que no conozcan estas historias decirles que son difíciles de englobar dentro de un género. En ellas se cuentan las intrigas y tramas familiares de un conjunto de reinos ficticios en los que la realidad y la fantasía se mezclan. Conspiraciones y urdimbres varias para alcanzar el máximo poder pasando por encima de quien se ponga por delante. Sexo y sangre a partes casi iguales y relatados ambos sin miramientos y, por momentos, con excesiva crudeza.

Existe hasta una serie de televisión basada en las novelas que ha arrasado con las audiencias de medio mundo. Sin embargo, y sé que esto me va a traer críticas, a mi me parece un fenómeno pasajero. Como todo fenómeno literario que se precie estará en la cresta de la ola durante un tiempo (bastante en este caso puesto que el autor tiene previsto escribir siete libros según creo) pero pasará. Ni mucho menos creo que vaya a alcanzar el rango de clásico como algunos pretenden afirmar comparándolo con El Señor de los Anillos.

Un clásico es mucho más que eso. Tiene que ser leído por varias generaciones y para todas ellas ha de suponer una historia importante en su propia cuenta literaria. Esa que todos vamos construyendo con los años y en la que acumulamos todas las letras leídas guardando en la memoria pequeños recuerdos de las mismas entre los que destacan algunos que nos han marcado. Pues bien, esos recuerdos especiales, son aquellos que forman parte de los mitos literarios, pero no solo eso hace de un best-seller un clásico. Para que un superventas alcance cotas de excelencia tiene que perder el sambenito de best-seller, ya que por definición éstos son libros que se venden mucho y bien durante un corto periodo de tiempo. En cambio, los mitos literarios mantienen sus cuotas de ventas durante años y años.

Mucho le queda a la saga de Juego de Tronos para alcanzar dichas cotas, parece que ahora a todos se les hace el culo pepsicola con Invernalia y sus habitantes, pero cuando pueda decir que después de varios decenios se hacen varias películas sobre sus libros y revientan los cines de todo el mundo no una, ni dos, sino tres veces. Cuando pueda decir que se espera la cuarta con tanta expectación que solamente el tráiler de la misma revuelve todas las redes sociales como ocurre ahora mismo con El Hobbit, hablamos. Mientras tanto será un fenómeno literario más, aunque reconozco que voy a intentar leerlo, aunque sea solo por seguir las conversaciones de mis amigos, jeje.

Para los que todavía no lo hayan visto: http://www.youtube.com/watch?v=FlSLFUhVOKc