martes, enero 27, 2009

Ver para creer

Cuenta el Nuevo Testamento que una vez resucitado, y tras aparecerse a María Magdalena, Jesús decidió aparecerse a sus apóstoles. Todos pudieron contemplar el milagro, excepto Tomás que no se encontraba en esos momentos con ellos. Debido a tan extraordinario acontecimiento, los discípulos del Maestro corrieron a darle la buena nueva a Tomás, pero incrédulo como era, espetó las siguientes palabras: "Si no veo en sus manos la señal de los clavos y meto mi dedo en el lugar de los clavos, y meto mi mano en su costado, no creeré."

El final de la historia todos los sabemos, al cabo de ocho días Jesús se volvió a aparecer, esta vez estando presente Tomás, y le dijo a éste que indrodujera sus dedos en las llagas que los clavos y la lanza le habían producido. Sólo entonces el apóstol creyó.

Os cuento esto porque algo similar me ha ocurrido este fin de semana. Viajé a Salamanca en busca de unos días de dispersión y de tranquilidad rodeado de mis amigos con los que no me canso (ni me cansaré) de compartir experiencias, confidencias y cervezas a la luz tenue de un bar irlandés. Pero antes de que ellos pudieran alcanzar tierras charras, yo ya había aparcado el coche y me disponía a quedar con una amiga que conocí hace ya casi un año. Dando un paseo por la ciudad y atraído por una especie de fuerza magnética que provenía de la plaza mayor, descendí por la avenida Zamora hasta que justo antes de llegar al enclave neurálgico de Salamanca, topé con el O'Hara's. Su luz suave, sus cuadros de Guiness y sus paredes forradas de madera, me atrajeron como un oso a la miel.

Allí esperé por Ana, que así se llama mi amiga y al cabo de un rato apareció. Nos dimos un abrazo interminable, ya que hacía meses que no nos veíamos y le invité a sentarse y a disfrutar de una Murphy's. Por mi cabeza rondaba desde hacía tiempo un pensamiento inaudito, una idea casi casi demente que había tratado de descartar de mis pensamientos por lo descabellada que era. Pero al igual que le ocurrió a Santo Tomás, aunque salvando las distancias religiosas que nos separan, yo también despejé mis dudas cuando la miré a los ojos. Mis inusitados pensamientos parecieron entonces totalmente racionales y cuerdos. Al encontrarme cara a cara con mi interlocutora la niebla que cubría dichos pensamientos se disipó como lo hace la del hayedo cuando el sol de la mañana refulgue por encima del bosque, colándose entre las copas de los árboles. Y es que a menudo ocurre que para creer hay que ver.

P.D. Para Delfín. Ya intuía que eras tu Su, pero tienes otra hermana que se expresa de forma muy parecida a la tuya, a la cual también hace tiempo que no veo, y que me conoce. No pienses que me he mosqueado por que no firmaras con tu nombre, intúia el signid¡ficado de tu firma, simplemente quería comprobarlo. Un besito.
P.D Para Betty. Por supuesto que les he explicado todas esas teorías y además te has olvidado del equilibrio puntuado, la teoría Neutralista, la del gen egoísta, etc. ¿Por qué clase de profesor me tomas? Yo doy todas las visiones posibles.

miércoles, enero 21, 2009

Darwin y yo

Este año se cumple el bicentenario del nacimiento del naturalista inglés Charles Darwin, y una de las revistas de divulgación científica más populares le dedica este mes su portada. Pero es que la coincidencia matemática no acaba ahí, además se cumplen 150 años de la publicación del libro que revolucionó la biología en el siglo XIX, "El origen de las especies". Todavía no he leído lo que en la revista se dice de él y de su teoría, aunque si he de ser sincero, para opinar sobre un tema como este prefiero no estar influenciado por ningún otro medio audiovisual que no sea mi mente.

Cuando descubrí la evolución, allá con 14 añitos, cursando 4º de la ESO, aquellas teorías de las que me hablaba la profesora de ciencias me parecían fascinantes. Una idea nueva había penetrado en mi cabeza: los seres vivos no habían sido creados como dice el libro del Génesis en seis días, si no que había una explicación racional a todo aquello, una explicación que se resumía en dos palabras "Selección Natural". Con el paso de los años, los siglos, los millones de años habían aparecido pequeñas diferencias dentro de una misma población de seres vivos. Algunos de esos cambios resultaban beneficiosos a los individuos que los poseían y así lograban sobrevivir más que el resto, y por tanto reproducirse más que el resto dejando sus genes a las siguientes generaciones, que por supuesto desarrollarían los nuevos caracteres y desplazarían poco a poco a las poblaciones que no los tienen.

Esto para mí supuso una auténtica revolución de ideas en mi cabecita, y me imaginaba a los hombres del siglo XIX alucinando con lo que Darwin les explicaba. Aquellos hombres anclados en ideas fijistas estaban contemplando con sus propios ojos como la biología que conocían se desmoronaba para dar paso a nuevas ideas emergentes que, además se veían respaldadas por evidencias científicas de diversa índole: anatómicas, paleontológicas, embriológicas, biogeográficas, etc...Algunas de las preguntas que escuchaba en mi walkman, cantadas por Siniestro Total obtenían entonces respuesta. Aquello era genial, y me embaucó de tal manera que no he podido dejar de leer atrículos, libros y todo lo que cae en mis manos relacionado con este tema.

Hoy soy yo el que explico las ideas de Darwin a mis alumnos de 4º de la ESO, trato de abrir sus mentes hacia un mundo nuevo, un enfoque diferente de todo lo que conocen hasta ahora. Las caras de sorpresa, casi casi de perplejidad se suceden a lo largo de la clase, y eso me estimula. Siempre he dicho que este trabajo está muy bien porque es fijo, con un buen sueldo y con bastantes días de vacaciones, pero para mí lo más importante es que trabajo con "personitas" (no me gusta la palabra adolescente, es demasiado académica) Y además con personitas que se encuentran en una edad en la que se empapan de todo, comprenden la teoría y aplican sus ideas a la práctica de tal manera que lo que aprenden les queda grabado, al igual que me ocurrió a mí con su edad.

Entonces les lanzo una pregunta al aire: ¿de dónde venimos?, ¿a dónde vamos?. Quizá mañana les ponga la canción: http://es.youtube.com/watch?v=DBE3yueCr7M


P.D. A "Delfín" decirle que intuyo quien es por su forma de expresarse, pero para no meter la pata hasta el fondo (algo común en mí) por favor corrobora tu identidad firmando con tu nombre real.






martes, enero 13, 2009

El elixir bioquímico del amor

Hoy me hago una pregunta, y la comparto con vosotros: ¿Pueden un hombre y una mujer ser amigos y sólo amigos? Me refiero a una amistad como la que se puede tener con individuos del mismo sexo, una amistad en la que el plano sexual simplemente no existe, una amistad fraternal y de confianza mutua.

Yo lo tengo bastante claro, es muy complejo que por ambas partes no haya ningún tipo de equívoco, pero lo cierto es que cuando esto sudede, la relación es muy buena, llena de confidencias y consejos que de otra manera no se podrían recibir.
Me planteo hoy esta cuestión, porque pese a tenerlo claro, parece como si el mundo que me rodea no lo tuviera tan nítidas sus ideas. A raíz de mi viaje a Granada y de comentar que fui en compañía de una amiga, muchas han sido las personas que me han dicho: - "mmm, con una amiga eh!!! hay pillín que callado lo tenías, que no cuentas nada" -.
Y es que lo cierto es que no había nada que contar, simplemente fui con una amiga, sin ningún tipo de relación subyacente, ni germinante, ni nada por el estilo, NADA!!
Pero la frase que más intrigado me dejo fue la que otra de mis amigas, Bea para más señas, me dijo: - "¿qué te está pasando Rubén? Te estás haciendo viejo" -.
Lo cierto es que ante tal afirmación me quedé un poco sorprendido e inmediatamente me pregunté por qué, pero no hallé la respuesta. Simplemente pude balbucear (si es que se puede barbucear vía internet) unas palabras: - no sé por qué dices eso, sigo siendo el mismo"

Luego pensé más detenidamente porqué tengo varias amigas (y sólo amigas, sin derecho a nada) y niguna novia. Porqué la mayoría de sus amigos han encontrado ya a la que parece ser su media naranja y yo no. De hecho hace tiempo que llevo dándole vueltas a esto y la única respuesta que me puedo dar a mí mismo es que muy posiblemente tenga un problema relacionado con los temas del corazoncito, pero de nuevo, no sé identíficarlo y por lo tanto no sé atajarlo.

Curiosamente ha sido un alumno el que ha puesto luz en mis ojos a través de un artículo científico publicado en la revista Nature, y que ha llegado a mis manos, a través del periódico digital, El Mundo.es. El artículo lleva por nombre "El elixir bioquímico del amor" y al parecer a mi alumno le llamó tanto la atención como para centrar en él su tarea de Navidad. En sus líneas se relata como científicos del Centro de Investigaciones sobre Primates Yerkes, en Atlanta han descubierto algo curioso. Trabajando con hormonas como la oxitocina y la dopamina, de sobra conocidas por estar relacionadas con los sentimientos de afecto, placer, recompensa y motivación, han encontrado un gen en los varones humanos cuya mutación provoca una mayor propensión a quedarse solteros. El susodicho gen, conocido como AVPRI 1A, es receptor de vasopresina, una hormona, que entre otras cosas, potencia la unión a la pareja y que al estar alterado arrastra una alteración en las relaciones afectuosas.

De nuevo la Ciencia me de las respuestas que busco ante mis dudas existenciales y parece cierto que el problema que no sabía identificar, ahora esté muy claro. Espero que a los y las que me preguntáis lo que me pasa esto os sirva de respuesta.

Canción por que me apetece.
A quién no le gustaría que le sucediera algo así http://es.youtube.com/watch?v=QTrOfNpNsPE

viernes, enero 09, 2009

Inspiración en el Albayzín

Alcanzo Granada con la punta de los dedos, el último de los carteles informativos de la autovía indica que ya no falta nada. A lo lejos empiezo a vislumbrar las primeras edificaciones de la ciudad, adosados y chalets por el estilo, típicos de las afueras de cualquier gran urbe. Otro cartel informa: "Centro ciudad, Alhambra" y en ese momento un escalofrío recorre mi espalda, al fin la voy a conocer.

Granada me recibe con agua, pero no de la que he oído hablar, la de los jardines del Generalife. No, esa no, es agua de lluvia que no cesa. Pero no importa las ganas pueden con las inclemencias del tiempo. Aunque a mi amiga, y acompañante en este viaje, no le parezca una buena idea ponerse a buscar nuestro alojamiento en medio del aguacero, logro convencerla. Es el primer contacto con un barrio que enamora, un barrio lleno de vida y de historia, y también de historias por supuesto. El Albayzín nos da la bienvenida con sus calles intrincadas, estrechas, empedradas y resbaladizas.

Y por fin llega el día, voy a conocer la Alhamabra. Sigue lloviendo, pero contemplar el capricho de los reyes nazaríes hecho palacio merece mojarse el cuerpo. Y como alegoría de la mojadura, dejo que mi alma se empape de las historias allí vividas, de las letras cúficas que tapizan sus paredes y que narran historias de amores y desamores, de batallas y de sueños. No puedo resistirme a sus encantos y caigo prendado de su belleza, estaría horas comtemplando esa maravilla, llenándome los ojos con los juegos de luz que a lo largo del día se producen en sus estancias, de la visión idílica del paraíso árabe en forma de patios, fuentes y balconadas.

La Alhambra no sólo son los palacios nazaríes, tan o más hermoso es el palacio del Generalife y sus jardines. El esplendor de sus plantas se producirá en primavera, aunque seguramente en otoño sea cuando el conjunto botánico allí plantado muestre todas sus virtudes en forma de flores tardías, frutos de colores y hojas caducas contrastando con las perennes. De todas formas en invierno luce una tez misteriosa y casi mística, que hace recapitular, pensar y comprender que la majestuosidad de sus albercas, de sus combinaciones cromáticas, de su rumor de agua son el fruto de un amor prohibido.

Allá abajo, el Albayzín y un poco más arriba en barrio del Sacromonte miran con aire moro el primero, y con arte gitano, el segundo, a la Granada nueva. Decido que quiero perderme en el laberinto que forman los dos barrios con más encanto de toda la ciudad y la pseudoenfermedad de mi amiga me brinda la oportunidad hacerlo en soledad, algo que, en el fondo deseaba. No me acompaña más que mi pequeña libreta de apuntes, ella y las ganas de conocer, de vivir sus calles, de pasear en busca de inspiración.

Granada es hermosa, increíblemente bella y suntuosa, sensual hasta el límite y capaz de enamorar a cualquier viajero. Eso sí, es mucho más fácil cuando te dejas embaucar por sus encantos y sucumbes al placer de saborear su vida y sus historias. Quizá haya caído en la tentación al ir con el corazón vacío de amores y la ciudad se haya aprovechado de ello, pero yo también he obtenido algo a cambio, una fuente de inspiración que espero dé sus frutos en no demasiado tiempo
Hoy dos enlaces de la misma artista, Loreena McKennitt:
http://es.youtube.com/watch?v=o7lTIpgku80 en directo desde el palacio de Carlos V en la Alhambra
http://es.youtube.com/watch?v=GHAUiQD_cVs "Marco Polo" con imágenes espectaculares de los palacios nazaríes