lunes, febrero 26, 2007

Guillermo y su Fauno

Anoche se celebró la famosa ceremonia de los Oscar's y España participaba desde dos frentes bien distintos: la nominación de mejor actriz de Penélope Cruz por volver y las 6 nominaciones de la cooproducción mexicano-española de "El Laberinto del Fauno". Lo de Penélope no pudo ser, estaba cantado que el Oscar se lo iba a llevar Helen Mirren que está sublime en "The Queen", pero lo del fauno es increíble.

Llegado este punto he de decir que no soy imparcial en mis comentarios puesto que tengo una especie de unión sentimentaloide con esta película, pero intentaré ser objetivo. Ayer, "El Laberinto del Fauno" se llevó 3 Oscar's: mejor Dirección Artística, mejor Maquillaje y mejor Dirección de Fotografía. Es la primera vez que ocurre esto en la historia del cine español y la verdad es que no me extraña ni un ápice.

La película es de lo mejor que he visto en toda mi vida, y no solamente lo digo yo, se ha llevado 3 premios BAFTA en el Reino Unido, 7 Goyas y ha sido aclamada por crítica y público. No en vano, en su estreno en el festival de Cannes, se llevó una de las mayores ovaciones que se recuerdan y es a día de hoy, la película española más taquillera de la historia. Y es que, es normal, no he visto nunca englobar en una película fantástica tres historias diferentes y hacerlo tan sumamente bien.


El film tiene todos los alicientes para enganchar al todo tipo de públicos, cuenta una historia de terror, entremezclada con un cuento de hadas y con relatos de la Guerra Civil Española, y lo más importante de todo, lo hace con sentido y coherencia. Los actores son simplemente espectaculares: Maribel Verdú en el papel de abnegada sirvienta de un general del ejército nacional, que es uno de esos malos que te hacen temblar de miedo y que interpreta con maestría el gran Sergi López. El descubrimiento de la niña, Ivana Baquero, que no lo puede hacer mejor y como no, el fauno que es tal y como me lo imaginaba en mis sueños.

Mención aparte merece Guillermo del Toro que ha realizado un trabajo maravilloso y que nos ha llegado al corazoncito a todos aquellos que sentimos una especial devoción por la mitología del Norte de España. Ese mexicano gordito, con sus gafitas redondas y su pinta de hombre bonachón, ha dado una lección a muchos que pensaban que en este país no se podía hacer cine fantástico de calidad. Ya en "El espinazo del diablo" dejó ver su magía con los relatos fantásticos, pero con "El Laberinto del Fauno" se ha consagrado definitivamente.


En fin, yo por mi parte me quedo con varias cosas: una historia impresionante de principio a fin, un fauno que de vez en cuando aparece en mis sueños y con las palabras de Ivana cuando recibió el Goya a la mejor actriz revelación, la única (a sus 12 años) que dijo que las demás nominadas se merecían aquel premio más que ella. Una gran lección de humildad para muchos actorillos que se lo tienen demasiado creído.





P.D. Guillermo, si algún día, por casualidad lees estas líneas, decirte que aquí, en el Norte quedan muchos seres fantásticos para tus películas. Los bosques están plagados de trasgus, xanas, cuélebres, musgosos y demás familia.

domingo, febrero 25, 2007

Gárgolas



Siempre me han intrigado esas figuras monstruosas que desde lo alto de la catedral vigilan la ciudad. Las gárgolas tienen un aspecto maléfico con alas de murciélago y cuerpos de animales. Con sus ojos diabólicos lo observan todo desde su posición privilegiada entre el cielo y la tierra.


En realidad son desagües ornamentales que se colocaron a lo largo de la Edad Media en los edificios eclesiásticos, y que servían para que el agua de lluvia no escurriera por la piedra, evitando así los daños producidos por la erosión. Muchos historiadores piensan que las gárgolas son figuras protectoras provenientes de tradiciones paganas y que servían para ahuyentar a las brujas y a los malos espíritus, además de para delimitar el suelo santo. Incluso se cuenta que tenían la capacidad de invocar un poder sumamente potente y potencialmente peligroso para alejar el dicho mal.


Hace cosa de un mes se cayeron dos de estas figuras de la catedral de León. Apareció en todos los periódicos y se armó un cierto revuelo debido al pésimo estado de conservación del edificio en general y de las gárgolas en particular. Pero no trascendió más de ahí, el gobierno prometío restaurarlas y donar más dinero para el mantenimiento de nuestra joya arquitectónica, Patrimonio de la Humanidad, y todo quedó en una anécdota.


Por mi parte, yo tampoco le dí más importancia de la que tenía. Como dije, siempre me han intrigado, pero también me han dado un poco de pena ya que las gárgolas son seres alados que no pueden volar. ¿Os imagináis tener alas y no poder volar?, ¡¡Menuda putada!! Entonces pensé que quizá las que se cayeron, en realidad, estaban intentando volar, desplegar sus alas, sentir como la piedra se convertía en carne y hueso, y despegar en un fantasmagórico, pero hermoso vuelo para atravesar la ciudad y liberarse de la cárcel al aire libre en la que estaban retenidas.


Nosotros somos como las gárgolas, tenemos la capacidad de realizar muchas cosas maravillosas(volar no es una de ellas, por desgracia) pero a menudo, no lo hacemos debido a los prejuicios de la gente y por miedo al que pensarán. No hay que dejar de intentarlo porque, aunque nos llevemos un buen batacazo, siempre habrá alguien cerca que nos ayude con los trabajos de restauración.


viernes, febrero 23, 2007

CUENTACUENTOS






Dicen que los cuentacuentos somos hippies, fumetas de perro y flauta que nos dedicamos a contar historias porque no tenemos otra cosa mejor que hacer. Pues bien, a todas esas personas que dicen semejante barbaridad, les dedico hoy estas líneas.



Cuando hace siglos la mayoría de la población española era analfabeta, él único modo de transmisión de la sabiduría popular era el boca a boca. Se contaban los cotilleos y los sucesos del día a día, como ocurre hoy (aunque de una manera mucho más superflua y banal). Pero también se contaban leyendas propias de la cultura de un pueblo. Después de cenar, con el fuego encendido, el más viejo de la casa comenzaba a narrar historias fantásticas sobre seres que habitaban en el bosque, duendes y hadas; historias de santos y beatos; o simplemente cuentos de siempre. De otra forma no se conocerían hoy en día leyendas tan hermosas como la del topo de la catedral o la famosa leyenda de San Froilán (por cierto, no dejéis de visitar Valdorria y la hermita que lleva el nombre del santo, la cual está situada en un paisaje espectacular).



Otros cuentos eran y son en apariencia más simples, pero tienen un mensaje final que les dota de algo especial. Una moraleja que servía, al mismo tiempo como remate final y como consejo para la vida. El cuento de Pedro y el lobo, uno de mis favoritos no sería lo mismo sin esa coletilla que nos decía que no debíamos mentir para que luego no nos cogiera el lobo. Y que decir de las fábulas en las que intervienen animales con capacidad de hablar. En ellas nos enseñaban otras cosas fundamentales como a ser trabajador y guardar para el invierno de la vida, como hacía la hormiga en contra de lo que pensaba la cigarra.



No sólo esto, los cuentos están presentes desde los albores de la humanidad. Se piensa que la mayor capacidad de comunicación verbal de los Homo sapiens con respecto a los neandertales, les proporconaba una ventaja evolutiva que concluyó con la extinción de "los habitantes del frío" como se les dió en llamar por sus adaptaciones al hostil medio europeo de las glaciaciones, y el dominio de nuestra especie en todo el planeta.



En las frías noches invernales los humanos se reunían y relataban con gran lujo de detalles sucesos de cacerías, de curaciones milagrosas e historias que le habían ocurrido a la tribu en tiempos remotos. Incluso plasmaban esas historias en las paredes de la cueva. Aparentemente no eran mas que relatos inocentes, pero el trasfondo era de una importancia fundamental, servían para transmitir cuales eran las mejores técnicas de caza, las plantas medicinales que utilizar en cada caso y lo más importante de todo, creaban una conciencia de grupo, una cohesión que les mantendría vivos.



Hoy en día el poder de la palabra se ha perdido, la información circula por los medios de comunicación y por la red de internautas. Ya no es importante contar cuentos, o eso parece. Pero cada vez nos cuesta más escuchar a las personas y expresarnos con fluidez en público. Cómo dice un amigo mío que también cuenta historias, cuando se prepara un cuentacuentos en condiciones, no solo hay que crear el ambiente idóneo y hay que hablar con el tono de voz adecuado, si no que además hay que crear en el público buenos escuchacuentos para que sean capaces de entar de lleno en el relato. Un cuentacuentos no sería nada sin los escuchacuentos.



Los niños son los que mejores aptitudes tienen para ser buenos escuchacuentos, aunque cualquiera puede serlo. Y al que no lo haya probado, le recomiendo que lo haga porque es una experiencia que no se le va a olvidar. Yo, por mi parte, me quedo con las sonrisas, las miradas atentas, las fantasías creadas en las mentes de los niños y las pocas enseñanzas que un joven como yo les pueda meter en sus cabecitas. Además del aprendizaje propio gracias a otros cuentacuentos como yo que pretendemos que una tradición tan antigua no se pierda.

lunes, febrero 19, 2007

Fumadores pasivos



Hemos conseguido reunir a toda la familia para celebrar el cumpleaños del abuelo, 81 primaveras no se cumplen todo los días. Decidimos irnos a comer a Geras de Gordón, un pueblecito en plena montaña leonesa muy famoso por sus embutidos y sus carnes.


Después de un vinito en el bar pasamos al comedor. Al fondo hay otra familia que ya le está hincando el diente al queso y a la cecina, pero lo que me llama la atención es la mesa que hay preparada para 42 personas y que está al lado de la nuestra. Sin darle más importancia me siento al lado de mi hermana y de mi primo dispuesto a meterme un buen entrecot de buey entre pecho y espalda.


Al cabo de un ratito y de tener ya en el estómago los entremeses y unas patatas con jabalí, empiezan a llegar motoristas a la mesa grande. Ataviados con sus monos de pilotar y sus botas especiales, van tomando asiento mientras llegan el resto de compañeros. También llegan dos matrimonios con una niña pequeña de unos 6 años, que se sientan en una mesa contigua a la nuestra.


Mi padre se muere por un cigarrillo mientras esperamos a que llegue el plato fuerte, pero le digo que la sala es de no fumadores y le indico donde hay un cartel ilustrativo. El caso es que uno de los motoristas ha entrado fumando y mi padre lo ve injusto, pero antes de darnos cuenta uno de sus compañeros le dice que no se puede fumar y que además hay niños. El tipo, resignado, apaga el pitillo y se sienta en la mesa algo puteado.


La comida discurre tranquila, aunque con el alboroto normal que generan 42 personas habalando. A los postres mi padre ya no puede más, quiere fumarse un cigarrito con el café. Me fijo en la niña pequeña que come una loncha de jamón riéndose porque no puede cortárla con sus dientecitos. Los padres sonríen y la ayudan con los cubiertos. Mientras la miro sus ojos parecen estar llenos de felicidad. Le digo a mi padre que si quiere fumar, que salga a la calle.


Coincide que los motoristas están esperando por el segundo plato y alguno enciende un pitillo. Yo espero a ver si el camarero les llama la atención, pero con asombro, observo como uno de ellos se levanta con la servilleta en la mano, se dirige al cartel de NO FUMAR y tapa la palabra NO. Se produce una ovación general y unos cuantos prenden su tabaco. El camarero no dice nada, agacha la cabeza y hace como que no ve nada (cobarde!!). Yo discuto con mi padre porque me dice que si ellos lo hacen, él también, aunque ante mi cara de enfado profundo decide no hacerlo.


El súmmum llega cuando la madre de la niña pequeña se enciende un cigarro y es secundada por su marido. En vez de protestar porque su hija esté respirando humos que no debería ni tan siquiera oler, aumenta la dosis de humo del comedor. Seguro que cuando la niña sea una adolescente y sus padres le pillen el paquete de tabaco en la mochila la echan una bronca de tres pares de narices.


En ese momento, me rindo, le digo a mi padre que haga lo que le de la gana y me resigno a decir: MANDA HUEVOS!!

jueves, febrero 15, 2007

Ser o parecer






Mi hermana está escuchando la radio, ha terminado los exámenes y está contenta, al fin se acabó la época más dura para los estudiantes universitarios.El volumen del aparato hace que las canciones resuenen en toda la casa, pero no me molesta, para ser sincero se agradece un poco de música entre lectura de separatas y preparar clases para las prácticas en el instituto. Lo cierto es que los temas que suenan no son demasiado buenos, pero el mero hecho de romper el silencio de la casa es una alegría en si mismo.



De repente, me veo absorto en mis pensamientos y una canción me sacude, se titula "Ser o parecer", es de un grupo juvenil mexicano. No es que la letra sea demasido profunda, pero la pregunta es muy buena.



Hace tiempo que me planteé esta pregunta, aunque enfocada de otra forma. En aquellos momentos me hallaba sumido en una pequeña crisis de autoestima. No entendía muy bien porque me resultaba tan difícil conseguir que las chicas se fijaran en mí, de una forma que no fuera puramente amistosa. Harto de que me dijeran que soy un tío cojonudo y que no querrían a otro tío por amigo más que a mí, pero que era imposible que sucediera algo más, decidí cambiar.



Tomé la determinación de intentar ser, o al menos, parecer más cabrón. Mis experiencias me decían que las chicas que me gustaban siempre se veían atraidas irremediablemente por este tipo de sujetos. Así que, me puse a la labor con todo mi empeño, de veras lo intenté, pero me resultó imposible.



Pensando y dándole vueltas al tarro, no encontraba la solución, pero un buen día, comentándo la jugada con un amigo que estaba en mi misma situación llegué a una conclusión. No valía la pena parecer ser algo, cuando en realidad eres otra cosa totalmente distinta. El truco no estaba en poner empeño, sino en que era una falacia filosófica: "si soy una cosa, nunca podré parecer ser otra cosa, porque mi ser auténtico, mi moral y mi autoestima (aunque esté en horas bajas) me lo impedirán".



Por otra parte creo que no se puede alcanzar la felicidad de esta manera, has de ser tu mismo y estando agusto con lo que eres y con quien eres todo lo demás no importa. Sintiéndote de una manera y actuando de otra solamente te engañas a tí mismo. En ese preciso momento, al calor de unas cervezas, me dije a mí mismo que era gilipollas. Me había dejado llevar por la desesperanza de los sentimientos no correspondidos y había pretendido ser alguien que no soy. Acto seguido me dí cuenta de que en realidad,soy como soy, y siendo así podré sentirme feliz y ser feliz algun día. Quizá las chicas no me correspondan, pero al menos, estaré agusto conmigo mismo.




Así que os doy un consejo:

Sed vosotros mismos, no intentéis parecer quienes no sois.



La decisión es vuestra










viernes, febrero 09, 2007

Máldita tecnología

Pues aquí estoy de nuevo, lo primero que tengo que comentar es que ya sé que no he cumplido con mis propósitos del nuevo año, pero ha sido con causa justificada. Me explico, de todos es sabido que los locos por la naturaleza como yo no nos llevamos demasiado bien con la tecnología; y a decir verdad, parece que a las máquinas tampoco les agradamos demasiado nosotros. Lo que ha ocurrido es que mi ordenador se ha escacharrado, pero no de una manera subsanable con una llamada a un amiguete que sabe mucho de informática, no! Se ha jodido pero del todo.
Lo lleve a arreglar a una tienda de "reparaciones en el momento" y me dijeron que el disco duro estaba obsoleto, que con internet, messenger y el emule abiertos a la vez la memoria ram no podía, que si la fuente de alimentación, la placa base, que si patatín y patatán. En fín, que me dí cuenta de lo pez que estoy en cuestiones informáticas mientras el dependiente no dejaba de hablar en lenguaje técnico y de mover la cabeza como diciendo vaya patata de ordenador que tienes chaval.
Yo le dije que por favor se expresara en cristiano porque no me estaba enterando de nada. Joder! que a mí cuando me preguntan: oye ¿qué pájaro es aquel? no respondo: es un Falco tinnunculus, no!, digo lo que todo el mundo entiende cojones, es un puñetero cernícalo y ya está. En fin, que me caliento.
En conclusión, que el tipo me dijo que la única solución era renovar el equipo porque lo parchecillos que me iba a poner podían durar como mucho 5 meses. Así que, después de quince días (toma reparación en el acto!!), 379 euros y volver loco a mi amigo el informático (por cierto, gracias otra vez Chely) para que me pusiera todos los programas habituales, aquí estoy otra vez dando guerra. Y lo estaré hasta que la tecnología se vuelva a pelear conmigo, porque yo, en mi ignorancia informática, paso de pegarme con ella.
Habrá que demostrar que los inteligentes somos los humanos,
no las máquinas, digo yo!