En fin, como casi todo en esta vida, depende del cristal con el que se mire, el vaso puede estar medio lleno o medio vacío. Yo por mi parte he descubierto este año una nueva visión de estas fiestas, para mí totalmente nueva y alentadora. Por multitud de situaciones vividas en los últimos meses las navidades están siendo para mí un bálsamo de aceite, una cura semejante a la del guerrero tras la batalla cuando regresa a casa y su mujer le agasaja con caricias y masajes. Y es que además de haber apreciado las dos visiones antes mencionadas he descubierto un poquito de eso que algunos llaman "la magia de la Navidad"
Y cuando digo magia, lo digo en el sentido más estricto de la palabra ya que en estos días se ha celebrado en León un festival internacional de Magia, que si la memoria no me falla ya alcanza su sexta edición. A dicho festival han acudido numerosos magos de reconocido prestigio tanto a nivel nacional como fuera de nuestras fronteras y lo mejor de todo, es que a parte de las actuaciones en el Auditorio de León, ha habido magia de calle. Cualquiera podía estar paseando a media tarde por el centro y encontrarse con un mago que le regalaba una actuación bajo el colorido de las luces navideñas.
Siempre me ha gustado la magia, de pequeño me imaginaba como el Gran Houdini escapando de las más inverosímiles ataduras o cómo el no menos Gran Juan Tamariz manejando las cartas con una habilidad increíble, incluso en una versión más macabra, cortando por la mitad a alguno de mis enemigos del cole para que después de que me suplicara clemencia le volviera a dejar el cuerpo totalmente reconstruído, y todo ello, por supuesto dejando boquiabierto a todo el personal. Y siempre me ha encantado porque nunca he tratado de descubrir los trucos, todos sabemos que los hay, pero cuando un mago es capaz de hacerte soñar que lo que está haciendo es real, se produce la verdadera magia.
Estos días el niño que hay dentro de mí y que ya de por sí está a flor de piel, ha salido casi casi a la superficie y todo gracias a la magia de la Navidad.
http://www.youtube.com/watch?v=EICGZq1w6Sg
Y cuando digo magia, lo digo en el sentido más estricto de la palabra ya que en estos días se ha celebrado en León un festival internacional de Magia, que si la memoria no me falla ya alcanza su sexta edición. A dicho festival han acudido numerosos magos de reconocido prestigio tanto a nivel nacional como fuera de nuestras fronteras y lo mejor de todo, es que a parte de las actuaciones en el Auditorio de León, ha habido magia de calle. Cualquiera podía estar paseando a media tarde por el centro y encontrarse con un mago que le regalaba una actuación bajo el colorido de las luces navideñas.
Siempre me ha gustado la magia, de pequeño me imaginaba como el Gran Houdini escapando de las más inverosímiles ataduras o cómo el no menos Gran Juan Tamariz manejando las cartas con una habilidad increíble, incluso en una versión más macabra, cortando por la mitad a alguno de mis enemigos del cole para que después de que me suplicara clemencia le volviera a dejar el cuerpo totalmente reconstruído, y todo ello, por supuesto dejando boquiabierto a todo el personal. Y siempre me ha encantado porque nunca he tratado de descubrir los trucos, todos sabemos que los hay, pero cuando un mago es capaz de hacerte soñar que lo que está haciendo es real, se produce la verdadera magia.
Estos días el niño que hay dentro de mí y que ya de por sí está a flor de piel, ha salido casi casi a la superficie y todo gracias a la magia de la Navidad.
http://www.youtube.com/watch?v=EICGZq1w6Sg