martes, marzo 20, 2007

Recapacitando

La tarde del domingo es aburrida y se hace eterna, pero anteayer volví a ver una de mis películas favoritas, Cadena Perpétua. Es íncreible como pese a haberla visto un montón de veces (ya he perdido la cuenta) me engancha y me deja pegado al sofá. Huyendo de los convencionalismos de los largometrajes carcelarios redundantes en peleas entre presos, éste cuenta una historia de amistad, de las de verdad, con personajes muy bien tratados y magistralmente interpretados por Morgan Freeman y Tim Robbins. Dos horas y pico absolutamente entretenidas y desde mi punto de vista, con uno de los desenlaces más emotivos de la historia del cine. Pero bueno, no estoy aquí para realizar una crítica del film, sino para contar lo que me ocurrío mientras la veía.

Estaba tumbado cuando el personaje de Morgan Freeman pronuncia una frase que me hizo incorporarme y recapacitar. Por desgracia pocas películas consiguen esto en la actualidad. La frase en cuestión es la siguiente "Andy era como un pájaro cubierto con plumas de mil colores, de esos que son capaces de iluminar el lugar en el que se encuentran, de esos pájaros que sabes que no pueden estar enjaulados. El día que escapan cubren el cielo con un brillo espectacular, pero aunque te sientes feliz por ellos, dejan un lugar más triste y oscuro, si cabe, de lo que lo era en un principio" Más o menos era así, como digo la ví hace dos días y no me acuerdo de ella punto por punto.

Pues bien, en ese momento me dí cuenta de algunas cosas a las que no les hallaba ningún sentido. Una vez conocí uno de esos pájaros y pretendí enjaularlo, pero no me dí cuenta de que sus plumas se estaban cayendo y sus colores apagando. Un día escapó y voló muy lejos dejándo tras de sí una tristeza que oscurecía mi corazón y mi alma. No se lo perdoné, aquel ave migratoria me había abandonado y cuando volvío en su periódico viaje no quise saber nada de ella. Sólo ahora me doy cuenta de que aquel pájaro no estaba hecho para estar encerrado en una jaula y que cometí un error al intentar conservarlo sólo para mí.

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