lunes, marzo 01, 2010

Plantar un pino I

- Rubééén.
Me acerco al secretario del instituto, que desde el final del pasillo reclama mi presencia: - Sí, dime -
- Pues verás, que nos ha llegado la convocatoria para solicitar plantas para el Día Internacional del Árbol y se nos va a pasar la fecha. - Ah! vale. ¿Y qué tengo que hacer? - Pues nada, mira un poco...lo que tu veas...no sé. Es para que los chavales planten ahí en los alrededores árboles y tal. (Esto traducido viene a significar lo siguiente: este marrón te toca tí como jefe de departamento de Biología y Geología así que yo te doy estos papeles, tú me los rellenas y el día que haya que plantar no cuentes conmigo para nada)
- Vale vale, pues ya me leo la convocatoria y te paso el listado.

Con esas me voy al laboratorio y, entre clase y clase, voy leyendo los papeles oficiales. En ellos dice que queda muy poco para llegar a la fecha límite para presentar solicitudes, así que me pongo manos a la obra. Bajo a administración en busca de ayuda y de paso ver si tienen una copia de la solicitud del año pasado y cual mi sorpresa al comprobar que se pidieron sólo algunas coníferas, aligustres y Cotoneaster sp. (el arbusto ese con frutillos rojos, tan bonito y tan tóxico, por otra parte, sobre todo en un centro donde hay chicos que se pueden comer las bayas que produce, en fin) Resignado subo al departamento y me reuno con mi compañero para que me cuente algo más, pero él tampoco sabe nada, su jubilación está cercana y tengo la sensación de que pasa un poco del tema.

A estas alturas ya estoy un poco caliente y con ganas de mandarlo todo a la mierda ante el entusiasmo que muestran mis compañeros por el proyecto, pero me puede la moral, la ética o yo que sé qué y decido hacer las cosas bien. Busco en internet algo de información sobre la comarca en la que está enclavado el pueblo. Es la comarca de pinares y como tal la vegetación dominante es un bosque de pinos silvestres y algún que otro negral.

Imagino entonces que sería bueno tratar de realizar una pequeña muestra de la serie de vegetación de este pinar en la plantación del Día del Árbol. Mi cabeza carbura a tope y desempolva los recuerdos de fitosociología y fitogeografía (los apuntes desgraciadamente están en León) "Esto me figuro que será el sector soriano, y ¿qué cojones dominaba aquí? Climáticamente hablando estamos en un mediterráneo sin duda, pero con toda la influencia de la sierra, pues no sé. ¿Y de qué tipo es el sustrato? Ácido ¿no? Sí tiene que serlo, las acículas de los pinos reducen el pH del suelo, luego éste tiene que ser ácido. Ya, pero entonces ¿hay serie o no hay serie?"

Hasta ahí iba bien la cosa, pero a la hora de determinar si existe serie o no me atasco. Pienso "hombre el los claros de los pinares sí que crecen algunos matorrales, pero el sotobosque es muy escaso" Al final me decido a pedir arbustos porque total ¿qué van a plantar los chicos?, ¿sólo pinos? Y las dudas vuelven a asaltarme, aunque esta vez mi archivo histórico de los años de facultad sale pronto a la luz y no me cuesta nada acordarme de la serie típica de un bosque ácido: árbol (el que sea), piornal, pastizal, brezal. Muy bien, pues ya sólo tengo que buscar las especies que quiero solicitar. Busco de nuevo en internet y me decido por Cytisus oromediterraneus (debido a la altura a la que me encuentro) y Erica umbellata (por ser el brezo de flor más bonita a mí parecer) También solicito alguna aromática por aquello de imprimirle a la plantación un carácter más mediterránero, así incluyo en la lista al romero y a la lavanda.

Orgulloso de mi trabajo entrego la solicitud al secretario, que casualmente está reunido con el jefe de estudios. Ambos la leen detenidamente y me dicen:
- No sé para qué te has esforzado tanto, al final van a mandar lo que les dé la gana.
Prefiero callarme la boca, son mis jefes, pero no puedo evitar decirles:
- Al menos habrá que pedirlo ¿no? Luego que manden lo que quieran.
Aunque con ganas me quedé de decirles que me hubieran ahorrado el trabajo si me lo hubieran dicho antes y que si ellos no se mojaban, pues yo tampoco. Con ese espíritu se te quitan las ganas de todo joder! Pero bueno, todo sea porque los alumnos salgan un poquito de clase, hagan cosas diferentes y de paso, aprendan algo más acerca de su entorno.

Ya os contaré que tal sale la experiencia. De momento os dejo con un descubrimiento, Gaelic Storm:
http://www.youtube.com/watch?v=5xtVipOjTEE

1 comentario:

Lia dijo...

Wenas!! Cuando la gente a tu alrededor no tiene ningún interés por nada, al final terminas contagiándote. Las cosas se han de intentar hacer bien, aunque no tengan la menor importancia.
Espero que los alumnos disfruten plantando y aprendan a apreciar la naturaleza, es una buen iniciativa.
No dejes nunca que te desanimen los escasos ánimos del resto.
Saludos!!