domingo, marzo 07, 2010

Cambios de opinión

La Biología es una materia que abarca a muchas otras y a la par se nutre de ellas para desarrollar su propia estructura. Es normal, un concepto tan complejo como "ciencia que estudia la vida" requiere de muchas otras ciencias que se encarguen de profundizar en aspectos más particulares. En ese sentido, y supongo que me ocurre como a todos los biólogos, hay partes de la Biología que no me gustan demasiado, por ejemplo: bioquímica, química orgánica y genética. No en vano, soy "de bota", lo mío, lo que relamente me apasiona es la zoología, la botánica, la ecología y también la antropología, aunque la citología y la histología no me desagradan.

En estos días un tema recurrente de conversación en la cafetería del instituto y en los bares del pueblo es la oposición de secundaria a la que nos enfrentamos este verano. Me temo que de aquí a junio las charlas girarán en torno a cuantos temas se estudia cada uno, las plazas que van a salir y la realización de las programaciones didácticas. Lo cual es una jodienda porque soy de los que piensa que bajar a tomar algo con tus compañeros implica desconectar de todo, hablar de temas intrascendentes o trascendentes pro no relacionados con la dichosa oposición.

Siempre trato de buscarle el lado positivo a las cosas, y el que mis compañeros sean monotemáticos me ha servido para aprender una cosa de ellos. Debido a mis pasiones internas con la biología ambiental, a la hora de estudiar los temas de la oposición siempre me he centrado en aquellos que, en principio, menos trabajo me deberían de costar por hablar de la evolución de las plantas o de las características de los cordados. Sin embargo, ellos estudian en función de lo que dan en clase.

Tras una jornada de cañas me volví a casa y lo sopesé, pero el problema es que la materia que yo doy en 2º de Bachillerato trata la biología que menos me gusta. Un poco agobiado me tiré en el sofá y me puse a leer un artículo de Eduard Punset en el que habla del desarrollo del cerebro humano y de sus características con respecto al del resto de animales. En una de las citas explica que a nosotros nos cuesta mucho cambiar de opinión, aunque las otras opciones sean mejores y eso hizo que la bombillita de mi cabeza se encendiera y brillara con todo su esplendor.

Me levanté, busqué uno de los temas de bioquímica y me puse a estudiarlo. Todo fluía en mi cabeza como por arte de magía. Sin a penas esfuerzo recordaba las enzimas que intervenían en la transcripción, cómo el ARN de transferencia iba ayudando en la síntesis ribosomal de proteíanas, etc...Y es que es cierto, no hay mejor manera de estudiar que explicar a los alumnos la materia, hablar con ellos, exponerles las posibles dificultades a la hora sentarse delante de los apuntes y responder a sus dudas. Todo ello me ayuda a memorizar y a fijar conceptos de manera sencilla. Y es que a menudo no encabezonarse con una cosa y cambiar de opninión sobre ella es una muy buena opción.

Hoy caña, que ganas de volver al spining. Con esta canción lo daba todo:
http://www.youtube.com/watch?v=ehzDSoErCW4

1 comentario:

Minipunk Arias dijo...

No encabezonarse sería lo idoneo, pero es tan dificil de aceptar...
En la mayoría de las ocasiones somos prisioneros de nuestras propias palabras y llegamos a convencernos de que, aún estando equivocados, tenemos razón.