lunes, diciembre 07, 2009

Hacerse mayor

El otro día me dijo uno de mis mejores amigos: "Tío, nos hacemos mayores, se nos notan las patas de gallo". No pude por más que responder de forma irónica: "Eso son arrugas de reírnos, indicadores de una vida feliz". Pero su frase caló hondo en mí, y me hizo recapacitar: "¿De verdad nos estamos haciendo mayores?" Es más "¿Cuando una persona empieza a hacerse mayor?". Y con esta última cuestión estoy a vueltas todavía.

Habrá quien diga que empiezas a hacerte mayor cuando piensas en chicas, en el momento en que tus hormonas provocan la aparición en tu cuerpo de los carácteres sexuales secundarios: pelo por todos los sitios, cambios repentinos de voz y de carácter, enfrentamientos contra la autoridad en todas sus formas posibles...Otros irán un poco más allá y marcarán el inicio de la vida adulta con las primeras relaciones sexuales. Aquello tan vetusto de "hacerse un hombre". Ni que el sexo fuera como ir a la mili, vamos!

Quizá algunos piensen que hacerse mayor está directamente relacionado con adquirir responsabilidades. Terminar la carrera y obtener un título que te acredite como profesional en algo en lo que, probablemente, no has trabajado en tu vida. Alquilar un piso pagándotelo tú y salir del nido de papi y mami, aunque te sigas llevando los tuper (o como coño se escriba) y no sepas ni freír un huevo. Contratar una tarifa de telefonía móvil (o aún mejor, fijo más internet) que te permita hablar con tus amigos y con tu novia por un módico precio.

Muchos otros asumirán que el desarrollo personal conlleva ganarse el pan con el sudor de la frente. Trabajar es de mayores (eso pensaba yo de niño), llegar a casa derrengado por realizar un trabajo que ni siquiera te gusta y saber que tienes que repetirlo un día tras otro. Incluso para otro amplio porcentaje de personas, hacerse mayor es adquirir compromisos aún mayores, el matrimonio, sin duda, es el paradigma de la madurez. Sólo se es adulto si uno está dispuesto a compartirlo todo con otra persona.

Pues bien, para mí nada de esto implica hacerse mayor. Bien es cierto que muchos de estos escalones los hemos subido (o los subiremos, quien sabe) a lo largo de nuestra vida y que como tal ascenso hacia la madurez, nos han servido para desarrollarnos como personas, para forjar nuestro propio carácter y nuestra propia cultura. Pero también existen una serie de innumerables actos cotidianos que por tener esa condición tan común, consideramos banales y que colaboran con los anteriores en pos de la misma meta: aprender a admitir tus propios errores y tratar de solucionarlos, comprender que somos parte de un todo pero que en nuestra individualidad radica nuestra propia riqueza, tomar decisiones por simples y tontas que nos parezcan...

En conclusión, hacerse mayor engloba muchos factores, pero lo realmente importante (y cómo siempre es mi humilde opinión) es no olvidar nunca que dentro de nosotros hay un espíritu, y qué sólo nosotros podemos hacer que ese espíritu sea joven o viejo. Yo por mi parte trato de conservarlo lo más joven posible, casi casi, infantil. Y como muestra, un botón:
Hace tiempo alguien me dijo que empiezas a hacerte viejo cuando vas a la playa y no te bañas. Hasta ahora siempre me he metido en el agua por fría que estuviera.
Dos visiones:

6 comentarios:

Minipunk Arias dijo...

Pues iba a presumir de que te llevo ventaja en la escalera y no he sentido aún que me haga mayor, que estoy casado y lo mismo, pero justo al final me has dado el revés, reconozco que este año ya he ido a la playa y no me he bañado...
¿Me estoy haciendo mayor?

Carmen dijo...

Para mí, creo que empiezas a hacerte mayor en el momento en que te lo planteas. Ese momento en el que te dices a ti mismo "creo que me estoy haciendo mayor". Ahí, es cuando empieza.

Pero qué le vamos a hacer....la vida también sigue. Pero si Peter Pan viniera, tendríamos que decirle que no abriera la ventana, porque vería que el niño que teníamos dentro ya se está extinguiendo.

Así lo dice Ismael Serrano, cuánta razón tiene...

Un saludo

Anónimo dijo...

Hola meloncillo, hacía mucho que no leía tu blog, pero ya me he puesto al día...
Pienso que los demás te hacen sentir mayor, cuando te dicen: señora me puede decir la hora?? o te encunetras en un bar rodeado de gente a las que la sacas como minimo 7 años...
Pero todo depende de los años que tiene el niño que llevas dentro, y aunque es verdad que según pasa el tiempo, te toca hacer "cosas de mayores", por mi parte no tengo ninguna intención de hacerme mayor de edad, jajaja.
Muchos besos guapeton y cuidate.

Marta

Unknown dijo...

Apúntame con los jovenes!!! Siempre me meto!!!! Ayer fue la última vez :P

Lia dijo...

Wenas!! Me ha hecho gracia tu última relfexión y a la vez me ha preocupado (últimamente casi no me baño en la playa y eso que paso un mes allí)..jaja. Yo creo que la juventud va arraigada al espíritu, a la inquietud por conocer y sentir, sólo es mayor quién cree que ya lo ha vivido y aprendido todo, quién cree que la vida no le puede deparar sorpresas.
Saludos!!!

Desde la sombra dijo...

Creo que me hice mayor en el momento que me dí cuenta que sólo podía contar conmigo misma en este mundo, por drástico que suene, ni siquiera era mayor de edad cuando me di cuenta.Aún así sigo metiéndome al mar,hace unos días lo hice y aunque se clave el frío como si fuesen cristales afilados, vale la pena la sensación de levedad que se queda después. Será que soy una "mayor" selectiva, para unas cosas sí y para otras no.
Muy buena la foto de la hormiga con las galletas, me siento identificada totalmente.Un saludo.