sábado, diciembre 19, 2009

El docente

- ¿Y de qué trabajas?

- De profesor - contesta el docente esperándose lo peor.
- ¿De profesor? Joder!! Pues que de puta madre, con lo bien que vivís. No hacéis ni el huevo, unas pocas horas a la semana ¿16 no?
- Sí más o menos.
- Ves eso no es nada, encima: vacaciones de Navidad, de Semana Santa y dos meses de verano. ¡¡Quién lo pillara"

Un poco harto de escuchar siempre la misma milonga el docente contesta con desdén: - Pues es bien fácil, estudia una oposición.
- Ya bueno, pero después ¡a vivir! Y con un sueldazo.

A estas alturas el docente está ya tan alterado de oír tópicos y sandeces, que opta por la salida fácil, no discutir y contestar a su interlocutor lo que él está deseando escuchar (pues sí, vivo de puta madre, no la marco y encima tengo un montón de vacaciones que puedo disfrutar con el sueldazo que me paga la Junta)

Pero esta vez no, el docente no ha tenido un buen día, y no puede morderse la lengua sin más, así que suelta el siguiente alegato:

- Mira y atiende bien, después de cinco años de carrera (en el mejor de los casos) y de tirarse un año encerrado en su casa estudiando la oposición para examinarse con otros 500 individuos, el docente debe asumir que aunque apruebe, incluso con buena nota, no va a obtener plaza ni de coña. Con lo cual debe de interiorizar la geografía castellano-leonesa y aprendérsela bien porque la recorrerá de arriba a abajo realizando sustituciones en pueblos que no los conoce ni el que los fundó.

Además en lo que se refiere exclusivamente al trabajo, el profesor no puede limitarse a dar sus clases y punto. Ha de ser un profundo dominador de la materia que imparte y no dudar jamás en cualquier cuestión que el alumnado pueda plantearle, si no será tachado de mal docente. Para motivar a sus alumnos ha de ser un gran orador, tener un poco de payaso, de animador y de cuentacuentos. Es muy importante que deje sus problemas en la entrada de la clase y jamás le deben afectar en su función porque, en el fondo, es un arquitecto que con sus palabras va edificando en el cerebro de sus alumnos, y a menudo, trabaja con un andamiaje demasiado precario que en cualquier momento puede caerse.

Las nociones de enfermería son fundamentales para curar las rozaduras, arañazos y moratones que los niños se hacen en el cole. Todo ello sin tocar demasiado a los críos para que no lo acusen de pederastia, pero sin dejar de atenderles para que no le denuncien por desaprensivo. Ha de conocer todos los problemas alimenticios y alergias de sus niños para que no haya problemas en la hora del comedor. Por otra parte, ha de ser un excelente dibujante para apoyar sus explicaciones con imágenes porque de todos es sabido que vale más una imagen que mil palabras.

El docente debe ser un buen juez para evaluar no sólo los conocimientos adquiridos por los alumnos, sino también los valores, las actitudes y las malditas competencias básicas que se han puesto tan de moda. Por supuesto, el docente ha de ser un gran psicólogo y saber cuales son todos los problemas que afectan a todos y cada uno de sus alumnos y, es más, ha se saber resolverlos. Y no sólo los problemas de sus alumnos sino también los de sus familias, con las que constantemente tiene que lidiar. A menudo tiene que tener algo de policía o de investigador privado para descubir malos tratos encubiertos, pasotismo paterno, problemas de alcoholismo, ludopatía o drogas que como es evidente se reflejan en el comportamiento del alumno en clase. Por no hablar de la fortaleza mental para obviar insultos y amenazas tan graves que llegan a ser a punta de navaja, y tratar de evitar caer en una depresión por ello -

Concluye el alegato con una pregunta: - ¿Te has enterado bien? -
- Sí, sí - contesta el interlocutor algo compungido al darse cuenta de que ha dado con un hueso.

- Pues por todo ello nos pagan tan bien y tenemos tantas vacaciones, así que para otra vez te lo piensas antes de hablar majete.

4 comentarios:

Minipunk Arias dijo...

No termino de pillarlo, o se dice por incordiar o es cosa del capitan ovbius
Algo asi como decirle a una persona alta que es alta o a un moreno que es moreno.
Eso teniendo en cuenta que se refieren a la relación trabajo / bienestar.
Del mismo modo no comprendo a los docentes que se molestan o se sienten atacados por ello.

Lia dijo...

Wenas!! La verdad es que todos hemos oído ese tópico. Yo creo que los docentes tenéis un trabajo, que aparte de necesario, es sacrificado. Ir de ciudad en ciudad haciendo sustituciones, aguantar a los niños en su etapa más rebelde, saber lidiar con los padres...yo definitivamente no tendría futuro como docente.
Saludos!!!

Carmen dijo...

Creo que la gente no se da cuenta de la importancia que tiene ser maestro. Educar es una de las tareas más serias y con más responsabilidad que existen. La educación que nosotros le damos a esos chavales es lo que en un futuro se reflejará en la sociedad en la que vivimos, y por tanto nos afectará a todos.

Un beso (y Felices Fiestas)

Anónimo dijo...

Aaaaaaaaaamen!

By Beto ;)