lunes, septiembre 15, 2008

Primer contacto

Cuando le dije a la conserje que yo era el profesor que iba a sustituir a Asunción en el área de Ciencias de la Naturaleza una mueca de sorpresa e incredulidad apareció en su cara. Acto seguido apareció el director del centro y tras las presentaciones oficiales me mandó ir a jefatura de estudios para hacerme la ficha y después a secretaría para confirmar la sustitución. Al cabo de 30 minutos ya era profesor por derecho del instituto Vela Zanetti.

Tras este ajetreo de papeles y saludos tocaba claustro. Para los que no sepáis lo que es, consiste en una reunión de todos los profesores del centro para aprobar el proyecto educativo, establecer alguna nueva normativa y sobre todo, para discutir por los nuevos horarios o la falta de previsión para haber solicitado más docentes que aliviasen de carga lectiva a los ya contratados. Y allí estaba yo, en medio de un fregao que no entendía y tan perdido como una gaviota tierra adentro.

Al cabo de una hora y media y ya con mi horario bajo el brazo, finalizó el claustro y me secuestraron para la reunión de los profesores nuevos en la que nos dieron las directrices a seguir durante el curso en cuanto a normativa, faltas de asistencia y de comportamiento. Sin descanso ni para ir al baño tuve otra reunión para hablar del alumnado con necesidad específica de apoyo educativo que voy a tener en 1º de ESO y por si esto fuera poco, nada más acabar tuve que salir disparado al departamento de Ciencias para recoger el material y hablar con la jefa antes de que ésta se fuera a su casa.

En fin, una locura de reuniones y papeles, pero ahora con mis libros, mi cuaderno del profesor y mis llaves del departamento me siento como un niño con zapatos nuevos y por primera vez docente de verdad. La buena noticia me la dieron justo antes de irme a casa, Aranda estaba en fiestas y hasta el jueves que viene no tengo que dar clase, con lo cual os podéis imaginar que he hecho. Quedarme de fiesta todo el fin de semana, comiendo en la bodega de Raquelín y con la peña El Cubillo, bailando y cantando como un loco. A ellos, Raquelín y la peña, y también a Bea, por supuesto, tengo que darles las gracias porque el finde de un comienzo (todos los comienzos son complicados) se haya convertido en una juerga inolvidable.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que fiestas las de Aranda, jejeje, quién me iba a decir a mí que después de un año nos íbamos a ver en ese pueblo y de fiesta, jajaja.
Disfruta de lo que quedan de fiestas y mucha suerte profesor.

MARTA

Anónimo dijo...

Bueno, bueno calentando motores...hoy tu primer dia de clase con sueñito incluido (tanta jota y tanto vino no es bueno. A ver si de aqui a un mes no nos tiramos de los pelos ni nos peleamos por el sofá..jaja