martes, septiembre 23, 2008

Normas, presentaciones y algún juego

Entro en clase, es el primer día y todavía no me he hecho con el plano del edificio y para ser sincero, tampoco me hago a la idea de que soy profesor de pleno derecho. Tras las diversas tribulaciones del claustro de profesores por fin puedo desarrollar mi actividad docente con los que realmente me interesan, los alumnos.

Comienzo con 1º de ESO y me resulta tan fácil que empiezo a creer que no voy a tener problemas con ellos. Lo cierto es que son críos de 12 años recién salidos del colegio y se encuentran bastante perdidos en la odisea de un centro totalmente nuevo para ellos. Además les he hecho esperar porque no me aclaraba con la situación de las aulas y en compensación les he hecho varios juegos de presentación. Para mí es muy importante que se conozcan entre ellos y sean capaces de colaborar unos con otros en pos de un objetivo común, aprender y desarrollarse como personitas. Aunque por otra parte pienso que tienen que estar alucinando al asistir a una clase de Ciencias de la Naturaleza en la que en vez de estudiar, juegan.

Continúo con 4º de la ESO, el curso que más temo sin lugar a dudas. Los alumnos tienen entre 14 y 16 años, es decir, están en plena edad del pavo con las hormonas campando a sus anchas por sus cuerpos, lo cual les hace incontrolables incluso para ellos mismos. Me pongo delante de ellos con semblante serio y les digo "mis normas fundamentales para el buen funcionamiento de la clase, Respeto y Empatía" Me doy cuenta de que ellos también lo están flipando, pero dudo de si por ver a un profesor tan joven o por ser un tío que les da clase y les habla en su idioma, claro y directo, sin medias tintas.

Por último y por casualidad, el orden cronológico de los cursos se corrobora y me toca con los de 1º de Bachillerato. La asignatura que les voy a impartir no me da miedo, pero me sume en un mar de dudas puesto que es nueva y nadie sabe muy bien cómo explicarla (para los lectores curiosos, la asignatura se llama Ciencias para el Mundo Contemporáneo) Una asignatura totalmente novedosa que se fundamenta en la divulgación científica, en el sentido amplio de la palabra, puesto que es obligatoria tanto para los de ciencias como para los de letras, incluso para los de artes.

Pues así con esta incertidumbre llego a clase y me encuentro con tres maromos que me sacan una cabeza en la puerta. De nuevo con semblante serio les digo "para adentro". Ellos me miran con sorpresa pero obedecen y tras ellos el resto de la clase. En ese momento me siento bien y pienso "Siiii, tengo el poder" Otra vez repito lo del respeto y la empatía y procuro situarme en todo momento en el pensamiento de un adolescente, pero manteniendo las distancias de ser un docente, de hecho les digo "Yo no soy vuestro amigo" y en ese momento la primera de las dos palabras fundamentales para mí cobra su mayor sentido. Sentido que parecen entender a la perfección haciéndome sentir que la idea de que yo sea profesor no es una idea sino una realidad.

Así he comenzado mi aventura como profesor de secundaria. De momento todo va bastante bien, sólo espero que no se tuerzan las cosas y mis alumnos me permitan disfrutar de la docencia porque sólo así ellos disfrutarán también.

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