domingo, agosto 17, 2008

Dolor

A veces la vida te trata de forma ambigua, te hace disfrutar de las mieles de la amistad y la naturaleza en un entorno magnífico como es Picos de Europa. Y mientras, trabaja en la sombra para oscurecer ese atisbo de felicidad que habías logrado alcanzar con la punta de los dedos, dejándote con el culo al aire y con las ilusiones por los suelos.

Cuando te das cuenta del error cometido las energías se desvanecen, no apetece hablar con nadie y el significado de la palabra dolor se hace cada vez más nítido. Un dolor que no es físico, pese a la paliza de la caminata, si no un dolor que es mucho más intenso, que se clava en tus entrañas estrangulando el estómago y los pulmones. Un dolor que empantana las ideas y los pensamientos, los cuales sólo pueden girar en torno a él. Un dolor del que no puedes escapar porque se debe a un error propio. Es imposible cargarle el muerto de tus desgracias a otro y por tanto has de asumir que no podrás librarte de él.

El dolor que sientes tras ascender más de 1200 metros de desnivel para alcanzar el refugio del Collado Jermoso no es nada comparado el pesar que invade tu cuerpo cuando tropiezas en la caminata vital. Cuando el objetivo que te habías planteado alcanzar, ése por el que has luchado a lo largo de todo un año, se desvanece. Lo peor de todo no es el hecho de que se desvanezca, es la seguridad de que lo habías logrado - al fin un puesto de media jornada como profesor y nada menos que en Toreno - pero por tu ignorancia y tu propia imbecilidad te quedas sin él. Una simple cruz en un recuadro te quita la oportunidad de comenzar a vivir la vida que aparece en tus sueños desde hace mucho mucho tiempo. De nuevo retorna la reflexión que habías hecho, el bucle se repite intensificando una vez más el dolor y fingir que estas bien se torna imposible.

Siempre digo que hay que tener ilusiones, que si te las quitan y te caes lo importante es levantarse y seguir luchando. El problema llega cuando el que te quita las ilusiones, aunque sea por error, eres tu mismo. Contra esta situación no sé que hacer.