lunes, marzo 11, 2019

Pasos hacia atrás

30 de noviembre de 1803. Puerto de La Coruña.

Veintidós niños asustados y boquiabiertos observan con incertidumbre la inmensidad del océano. Se disponen a subir en la embarcación María Pita que les llevará a recorrer los inmensos territorios que por entonces forman parte del imperio español. Les acompañan un grupo de adultos entre los que destacan: el médico Francisco Javier Balmis y la rectora del orfanato Casa de Expósitos de La Coruña, Isabel Zendal Gómez. La Real Expedición Filantrópica de la Vacuna está lista para zarpar.

La larga travesía hasta alcanzar San Juan de Puerto Rico tras pasar por las Islas Canarias se hace tediosa y por momentos peligrosa ante las imprevisibles condiciones meteorológicas del Atlántico. Pero el tesoro que guardan los infantes huérfanos bajo su piel merece cualquier sufrimiento. El doctor Balmis que les había inoculado previamente la vacuna de la viruela a algunos de los niños, consigue mantener el inóculo fresco y en perfecto estado traspasándolo de unos a otros mediante contacto directo. Inngeniosamente en una época en la que no existen las jeringuillas, Balmis en un acto imposible de realizar hoy en día, practica pequeños cortes con cristal en las pústulas de los niños para extraer la muestra e inyectarsela a otros. Un método poco ortodoxo hoy en día, pero sin duda, altamente efectivo y seguro para los propios niños.


Al llegar a Caracas la expedición se divide. Una parte de la misma se dirigirá hacia el sur recorriendo los Andes en paralelo pasando por Cartagena,Quito, Lima, La Paz , Santiago de Chile llegando incluso al extremo sur, a la inexpugnable y ventosa Tierra de Fuego. La otra parte de la expedición se dirigirá hacia La Habana para arribar a Guatemala, Honduras, México y los territorios del norte como Texas, Arizona o Nuevo México. Es precisamente allí donde otros veinticinco niños sustituirán a los primeros para continuar viaje hacia Filipinas y China.

En total se estima que más de 250.000 personas fueron vacunadas de la viruela, una enfermedad que por aquel entonces hacía estragos entre la población de medio mundo. Los protagonistas reales de esta historia, los huérfanos de entre 3 y 9 años no solamente sobrevivieron al viaje y a buen seguro salvaron miles de vidas, si no que fueron adoptados por diversas familias americanas y prosperaron en esas nuevas tierras. 

La expedición Balmis fue un rotundo éxito cumpliendo sus objetivos con creces y aunque hoy en día este doctor es poco conocido más allá de su Alicante natal, sin duda, ha pasado a la historia como el ejemplo de filantropía más noble y más amplio. Conste que estás últimas palabras no son mías, si no del descubridor de la vacuna de la viruela, Edward Jenner.

20 de febrero de 2019. Ministerio de Sanidad de Costa Rica.

Llega la noticia de que un niño de cinco años ha ingresado en el hospital Moseñor Sanabria de la provincia de Puntarenas con claros síntomas de la enfermedad del sarampión. Nada extraño de no ser porque no se registra ningún caso autóctono desde 2006 y ninguno importado desde 2014. Saltan todas las alarmas y se pone en aislamiento al niño y a sus padres, los cuales también presentan una sintomatología evidente.

Resultado de imagen de sarampion costa rica 2019Tras los análisis pertinentes se comprueba que ni la madre ni el niño tienen los anticuerpos para el sarampión que proporciona el tratamiento inmunológico. En otras palabras, no están vacunados. Además el padre, aunque parece que sí que lo está, no tiene la cartilla de vacunación completa.

Lo realmente increíble es que esta familia de turistas no proviene de un país en vías de desarrollo con dificultad de acceso a las vacunas. Han llegado en vuelo directo desde la moderna y avanzada Francia, pero al parecer son seguidores de la peligrosa moda de los antivacunas. 

Antivacunas...me imagino al doctor Balmis revolviéndose en su tumba.

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