viernes, octubre 30, 2009

Me alegro Arty

Hace unos meses andaba yo trasteando en el mundo de las redes sociales tratando de comprender su funcionamiento. Cada día trato de aprender algo nuevo y aquella era una ventana abierta a múltiples posibilidades. Mis amigos y compañeros de campamento me habían explicado las normas básicas de su manejo: como ver fotos, como colgarlas, como comentarlas, etc...Lo que no me contaron era que cabía la posibilidad de hacerse fan de las cosas que allí iban apareciendo. Un buen día apareció: "El ruso que toca en la calle Ancha" Hazte fan, y me hice.

El ruso en cuestión (los que sois de León lo conoceréis) es un músico callejero que toca el acordeón en una de las calles más céntricas de la ciudad. Rubio, alto y muy corpulento parece un crío con zapatos nuevos cuando se sienta detrás de su instrumento con su amplia sonrisa, y no penséis que es de estos que aburren tocando una y otra vez la misma canción. Tiene un repertorio muy amplio, y nada de grandes éxitos de los 40 principales, yo le he visto y escuchado desde un tango hasta la novena de Beethoven. Aunque el día que conquistó mi corazón fue cuando le escuché una pieza de la banda sonora de la película Amélie, llovía y él resguardado bajo el soportal del café Victoria tocaba las teclas haciendo que las gotas de agua bailaran al son de aquellos maravillosos acordes.

El caso es que de buenas a primeras Arty, que así se llama el músico, desapareció de las calles de León y al poco tiempo el grupo de fans en Facebook se hizo cada vez más grande, hasta tal punto que superó los 5000. Además llegaron a mis oídos rumores de que se había creado una plataforma de apoyo para que este singular músico volviera a deleitarnos con sus sones y con su alegría. La plataforma ha dado sus frutos y en esta semana el ayuntamiento de León ha permitido a Arty regresar del exilio, al que había sido desterrado después de las protestas de vecinos y comerciantes de la zona que tachaban su música de "ruido".

Alguien propuso que para que supieran lo que era ruido de verdad se hiciera una cacerolada frente al ayuntamiento, o algo todavía mejor, montar una orquesta de cachibaches con artículos de las prolíficas tiendas chinas y así demostrar las pocas dotes artísticas del personal. Afortunadamente no ha tenido que suceder nada de esto y al menos por el momento Arty regresa, mañana y el sábado que viene toca en la Calle Ancha, y a partir del día 15 de noviembre se podrá disfrutar de él de jueves a domingo. Arty ya es un personaje leonés y desde mi punto de vista, así debe ser. Da un toque de encanto a nuestra pequeña ciudad, que por si no tuviera poco con sus monumentos y su arte, ahora está adornada con música de acordeón.

Yo por mi parte estoy orgulloso de haber participado (aunque bien es cierto, casi sin quererlo) en una empresa tan loable y mañana intentaré ir a verle, le echaré unas monedas, como siempre, y espero que él me regale su sonrisa, como siempre.
P.D. Para los que querais ver los detalles y pormenores de las noticias sólo teneis que buscar en el Diario de León de esta semana: domingo, lunes, martes y creo que también miércoles.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial Rubén!
Yo también me alegro de que vuelva Arty y, ya puestos, de saber que tiene nombre.

Besote!

Cuídese y me sea feliz

Blanca

Desde la sombra dijo...

Hola Rubén, he leído en un post anterior lo que te ha pasado, imagino que habrá sido un susto enorme,y espero que ya estés recuperado y con mejor ánimo.
Lo de que el ruso volvía a la calle ancha me lo dijeron el otro día,pero como no he ido por allí no sé si ya ha empezado a tocar o empieza a mediados de mes, de todas maneras siempre alegra ver una historia con final feliz, porque no le hace daño a nadie que esté ahí,mucho mejor escucharle a él y no esas músicas navideñas tan empalagosas con las que nos bombardean todos los años y que no tardaremos mucho en sufrirlas.
Un saludo y a cuidarse.