martes, septiembre 22, 2009

Dicen...

Una amiga me preguntaba hace poco acerca de la relación que acababa de comenzar. Conozco al chico con el que lleva unos meses saliendo ya que estudiamos en el mismo instituto y al parecer eso me daba todo el derecho a opinar sobre él. Traté de ser sincero y responder de forma directa, pero me excusé en que mi vida sentimental no está lo que se dice demasiado bien para no dar una respuesta muy tajante, aunque sí que le dije que no me pegaba mucho con ella. Volví a recular después de haber dado mi brazo a torcer y recurrí a un manido tópico que quizá en este caso se cumpla: "dicen que los polos opuestos se atraen" y volví a repetir que yo no era el más indicado para opninar sobre las relaciones de nadie.

A los pocos días de haber mantenido esta conversación con mi amiga me vine a San Leonardo y una tarde quedé con unos compañeros para tomar unas cañas. Socializar siempre está bien y más cuando sabes que te vas a pasar un añito entero en un pueblo pequeño como éste en en cual, una de las actividades principales que puedes llevar a cabo es precisamente esa, socializar. Enfrascados en la conversación estábamos cuando una de las chicas allí presente comentó lo duro que es el trabajo como docente en secundaria. Se refería a las clases en las cuales hay niños que te puedes llegar a hacer la vida imposible y, a que hay gente que no lo soporta. Afirmaba que ahora era cuando entendía a las personas que caen de baja por depresión y un compañero le replicaba lo siguiente: "pues imagina si tu vida fuera de las clases no está bien, dicen que hay gente que no se recupera e incluso deja la docencia".

Al cabo de un rato llegué a casa, llevaba un rato dándole vueltas por el camino, y lo cierto es que cuando por fin me senté en el sofá a ver un poco la televisión, ni siquiera miré para ella ya que en mi cabeza aún retumbaba la conversación mantenida con mis compañeros de trabajo. Así pues, decidí llamar a uno de mis mejores amigos. Tenemos un pacto no escrito en el cual uno hace de confesor del otro cuando hay necesidad, solo hay que decir la contraseña, "¿vamos a dar un paseo al parque?" Lo malo es que ahora el parque queda bastante lejano y la línea telefónica lo suple como puede (nunca lo hará igual que cara a cara). El caso es que tras escuchar mis argumentos y algún lamento que otro me dijo: "nunca se sabe lo que puede pasar, dicen que cuando menos te lo esperas salta la liebre, así que tranquilo y mucho ánimo"

Este fin de semana me fuí con mi familia brecil a Aranda de Duero. La reunión anual para celebrar las fiestas se ha convertido ya en una auténtica tradición, tanto que este año hemos viajado desde diferentes puntos de la geografía española para juntarnos allí. Lo malo de vivir tan lejos unos de otros es que no nos vemos las caras y de nuevo la línea, en este caso cibernética, no suple a la mirada. Una persona de las que estaba allí, y a la cual tengo un cariño muy especial, expresaba con sus ojos (me temo que sin quererlo) un cierto pesar por el amor perdido y las dudas le asaltaban ya que parecía que en su entorno todo el mundo estaba emparejado y ella no. Traté, creo que en vano, de animarla, pero mi inoperancia patológica a la hora de dar algún tipo de pseudo-consejo solamente me permitió abrazarle y susurrarle bajito para que nadie nos escuchara: "no te preocupes, dicen que en esto del amor no hay nada escrito y quizá sea lo mejor que te podía suceder. Un tío que no te valora no te merece".

Dicen, dicen... pero sigo sin saber nada acerca de las relaciones, de hecho cada vez que hablo de ellas tengo la sensación de que sé aún menos: no tengo ni idea de polaridades, ni magnetismo y mucho menos de los hábitos saltarines de las liebres.

http://www.youtube.com/watch?v=dNI-iYhYp7A&feature=related

3 comentarios:

Desde la sombra dijo...

Parece hoy el día universal del amor...o más bien del desamor, he escuchado a muchas personas hoy hablando sobre ello.
La teoría de la liebre opino que es bastante acertada, basta que uno deje de buscar para encontrar. Creo que cuanta más importancia le damos al amor y la pareja, menos son las posibilidades de hallarla, mientras tanto nos consolamos en pensar en amores pasados que nos hicieron felices aunque fuese por poco tiempo. La mejor opción suele ser dejar la mente en blanco hasta lograr que podamos sentirnos libres por dentro...es entonces cuando estamos preparados para cuando aparece ese alguien. No desesperes que no hay mal que cien años dure, y la actitud de uno mismo suele ser crucial en estos temas. Un saludo.

Lia dijo...

Wenas!! El amor es algo que llega sólo, sin esperarlo ni buscarlo. Llegará cuando ya no lo busques y te hayas dado por vencido para ilusionarte de nuevo. No te preocupes por no saber las reglas del amor, yo creo que no existen, simplemente tienes que dejar que sea el corazón el que decida.
Saludos!!

Minipunk Arias dijo...

Supongo que este verano hemos tenido más calor del habitual y nos a afectado a todos, ya que donde no he visto florecer el amor he visto tambalearse.
Si ya es complicado opinar sobre el amor, que decir sobre aconsejar...
Persoanlmente suelo separar amor de pareja e incluso de relación, teniendo estos tres conceptos bien diferenciados parece que me resulta menos complicado entender u opinar sobre estas situaciones.