Consejos no vendo

Recientemente un amigo me comentaba sus problemillas sentimentales y parecía querer buscar consejo en mí. Yo me considero un buen escuchador, pero en temas sentimentales (y siempre digo lo mismo) no soy el más indicado para recomendar hacer esto o lo otro. Mi experiencia me dice que es mejor apoyar a un amigo en sus decisiones que darle consejos baratos. Después, si vienen maduras, perfecto y si no...pues ya se sabe hay que estar también a las duras.

La cuestión es que mi amigo me contaba que cree que no logra conseguir una novia estable porque no es capaz de olvidar a la que fue su primer amor. Me comentó que había tenido una novia hacía ya tiempo, incluso antes de conocernos, una chica con la que había estado saliendo mucho tiempo y con la que había hecho planes de futuro a medio y a largo plazo. Craso error pensé para mis adentros, pero no dije nada, me limité a asentir con la cabeza y poner cara de "vaya faena".
Entre cervezas la conversación continuó, y me contó que a pesar de haberlo dejado de mutuo acuerdo porque la llama se había apagado, todavía recordaba muchas cosas de ella, situaciones que habían vivido juntos o lugares que habían visitado. Yo seguía poniendo cara de "vaya putada" aunque, lo que realmente pensaba era en decirle que los recuerdos siempre van a estar ahí, pero que cuando aparece otra mujer en tu vida esos recuerdos se convierten en meras anécdotas, nada más. En cambio le dejé que despotricara agusto, él necesitaba hablar y que alguien le escuchase y yo estaba dispuesto a ello. No en vano han sido unas cuantas las parrafadas que mi amigo me ha escuchado a mí.

Después de un par de horas y unas cuantas cañas, seguía sin saber muy bien qué decirle. No me gusta aconsejar, pero quizá me guste aún menos consolar con demagogia barata y topicazos como: "hay más tías que botellines", "tiene que haber una tía a tu altura, una que te merezca", "no te preocupes, tal y como eres tú, seguro que encuentras una que valga la pena rápidamente", etc...
Y el caso es que, entiendo que recurriera a mí porque me ví en un tesitura similar hace ya mucho tiempo, pero la verdad es que no sé como logré solucionarla, lo que sé es que lo hice yo solito y que de nada me sirvieron los consejos que recibí. De lo único que me acuerdo es que un amigo me dió una canción para que la escuchara y eso mismo he hecho yo con mi amigo. Al final brindamos por la canción y por los amigos.

Todo tiene su fin, hay que aceptarlo

Qué grandes Medina Azahara y vaya pintas!!! Esos heavys buenos de los de antes, jaja.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La cena negra (leyendas de Escocia)

Cambios bruscos

El viejo actor