Cilindro, diábolo y campana
El gobierno de este país, que no se dice este país, se dice España! ha realizado un estudio de las medidas antropométricas de las mujeres, en pos de una unificación del tallaje en las prendas de vestir. Al parecer las señoras y señoritas españolas que han decidido pasar por el trance de verse analizadas por un sistema de reconocimiento láser que medía hasta 40 puntos corporales, y el aún más avergozante proceso de medición directa de pliegues del omóplato o del triceps (por poner dos ejemplos), están lejos del ideal de perfección física que la sociedad actual promueve.
Recuerdo en cuarto de carrera cuando nosotros también realizábamos estas medidas corporales. Lo hacíamos de una forma mucho más rudimentaria por supuesto, los instrumentos de medida no eran tan sofisticados y era gracioso ver a la gente metiendo tripa para que no les cogieran el pliegue abdominal. Me imagino a señoras rellenitas, diciéndole al becario (ese trabajo lo hace un becario precario, no os penséis que ningún doctor o catedrático en Antropología va a ponerse a medir grasas) encargado de coger sus carnes magras y meterlas entre el calibre, que es que retenía líquidos o que por favor no le pusiera todos los centímetros que salían.
La verdad es que a título personal el estudio me parece cuando menos simplón y benevolente porque sólo da como resultado tres tipos corporales: cilindro, diábolo y campana. Dentro de esos tipos hay mujeres espectaculares, ¿qué tío no ha flipado con la forma de campana de Jennifer López o la de diábolo de Scarlet Johanson?, pero de todas maneras, me resulta imposible clasificar a las mujeres dentro de un sistema tan escaso. ¿Que hay de las que quitan el hipo con sus curvas y que no entran dentro de ninguno de estos tipos?, ¿A las gordas donde las metemos?, ¿y a las escuchimizadas que no tiene ni chicha ni limoná? Desde aquí propongo otros nombres que añadir a esta lista, por ejemplo: carro de combate, tabla de planchar o manchibola. Y ya puestos también que hagan un estudio para los hombres, estoy seguro de que algunos de los resultados serían: palillo, tapón, boliche y lavadora (o Sugus que también está cuadrao).
La idea no es mala porque se trata de hacer un bien social, pero en cuanto a nombramiento de tipos corporales soy un clásico. Opino que la diversidad de mujeres no se puede clasificar así como así, cada una es de una forma y manera y eso es lo bueno. Prefería la clasificación de los piropos,aunque alguna me tache de machista y retrógrado.
Recuerdo en cuarto de carrera cuando nosotros también realizábamos estas medidas corporales. Lo hacíamos de una forma mucho más rudimentaria por supuesto, los instrumentos de medida no eran tan sofisticados y era gracioso ver a la gente metiendo tripa para que no les cogieran el pliegue abdominal. Me imagino a señoras rellenitas, diciéndole al becario (ese trabajo lo hace un becario precario, no os penséis que ningún doctor o catedrático en Antropología va a ponerse a medir grasas) encargado de coger sus carnes magras y meterlas entre el calibre, que es que retenía líquidos o que por favor no le pusiera todos los centímetros que salían.
La verdad es que a título personal el estudio me parece cuando menos simplón y benevolente porque sólo da como resultado tres tipos corporales: cilindro, diábolo y campana. Dentro de esos tipos hay mujeres espectaculares, ¿qué tío no ha flipado con la forma de campana de Jennifer López o la de diábolo de Scarlet Johanson?, pero de todas maneras, me resulta imposible clasificar a las mujeres dentro de un sistema tan escaso. ¿Que hay de las que quitan el hipo con sus curvas y que no entran dentro de ninguno de estos tipos?, ¿A las gordas donde las metemos?, ¿y a las escuchimizadas que no tiene ni chicha ni limoná? Desde aquí propongo otros nombres que añadir a esta lista, por ejemplo: carro de combate, tabla de planchar o manchibola. Y ya puestos también que hagan un estudio para los hombres, estoy seguro de que algunos de los resultados serían: palillo, tapón, boliche y lavadora (o Sugus que también está cuadrao).
La idea no es mala porque se trata de hacer un bien social, pero en cuanto a nombramiento de tipos corporales soy un clásico. Opino que la diversidad de mujeres no se puede clasificar así como así, cada una es de una forma y manera y eso es lo bueno. Prefería la clasificación de los piropos,aunque alguna me tache de machista y retrógrado.
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