sábado, noviembre 07, 2009

Miedo

Dicen los gurús del mentalismo y el autocontrol que el miedo es un sentimiento irracional de la mente que se puede controlar. Los biólogos, le damos otro enfoque más evolutivo, para nosotros es un acto de supervivencia y defensa que nos permite reaccionar ante situaciones adversas con rapidez. El miedo tensa los músculos, hace que todos nuestros sentidos se pongan alerta y nos mantiene en estado de alarma ante cualquier posible peligro.

Desde este punto de vista el miedo es positivo, pero estoy seguro de que muchos de vosotros pensáis ahora en una definición muy diferente de miedo. Quizá se asemeje a lo siguiente: un sentimiento de angustia y desasosiego que nos paraliza provocándonos un estado de ansiedad difícilmente superable, y que está asociado a momentos puramente cotidianos como: miedo a las alturas, a verse solo en casa y escuchar un ruido que viene de la habitación más lóbrega del piso o toparse con un animal salvaje en mitad del monte.

Hay quien tiene miedo a cosas menos banales como quien no come un chuletón por miedo a recaer de una vieja afección cardiaca o, quien es incapaz de viajar y visitar a sus familiares debido al pavor que le causa subirse en un avión. Pero sin ningún tipo de duda, al menos es así como yo lo veo, el miedo que más miedo me causa es el miedo que se relaciona con otros sentimientos: miedo a relacionarse con otras personas, miedo al ridículo o miedo al amor.

Tener miedo por tanto es algo natural, y si preguntásemos a un fisiólogo, nos diría que no es más que una reacción del sistema nervioso vegetativo que combina la regulación de emociones (lucha, evitar dolor, huída) con la secreción de dos hormonas: la vasopresina que aumenta en situaciones de miedo y la oxitocina que actúa como su antagónica dando sensación de confianza. Es algo que no podemos regular voluntariamente, nuestro cuerpo lo hace por nosotros, simplemente está ahí y punto.

Lo importante del miedo, y en el caso del miedo asociado a los sentimientos aún más, es la capacidad que todos poseemos de enfrentarnos a él para tratar de superarlo, o al menos mitigarlo puesto que pienso que vencerlo del todo es imposible. Lo verdaderamente satisfactorio es intentarlo, y ahora me voy a centrar en un sentimiento universal, eso que algunos llaman, amor. En mi opinión nunca se debe tener miedo al amor, en todo caso, al desamor. Como ocurre con muchas cosas en nuestras vidas, quien no se arriesga no gana y quizá, ese vértigo es lo que nos atenaza, esa sensación de incertidumbre que no nos deja avanzar. El problema es que siempre pensamos en lo malo que nos puede ocurrir si nos enamoramos: no saldrá bien, me harán daño, haré el panoli...Nunca pensamos en positivo y a veces, sólo a veces, las cosas no salen como las pensamos, salen mejor.

No podía ser de otra manera, gran estribillo:
http://www.youtube.com/watch?v=UZOQDocIFoI

P.D. Entrada dedicada a todos aquellos y aquellas que tienen miedo al amor.

3 comentarios:

Lia dijo...

Wenas!! Hay muchas formas de explicar el miedo, pero yo sigo pensando que tiene un componente irracional, ese que se mezcla con los sentimientos. Lo más importante es intentar superarlo, incluído el miedo al amor, que puede que no sea más que el miedo al fracaso o a que te hagan daño.
Saludos!!

Desde la sombra dijo...

El miedo es la peor cárcel para el alma humana. Pero todo es superable porque hasta el miedo tiene sus puntos débiles.Un saludo.

Carmen dijo...

Creo que el mayor miedo es no tener miedo de nada, que nada te importe, que todo te dé igual.

Un beso