domingo, marzo 22, 2009

Éirinn go brách

El martes pasado fue el día nacional de Irlanda, el día en el que se celebra su fiesta más importante, 17 de marzo Saint Patrick. Millones de irlandeses en todo el mundo salieron de sus casas con atuendos de color verde y tréboles buscando cerveza con la que regar sus sedientas gargantas. Pero era una fiesta contenida, la gran explosión debía llegar este sábado 21 de marzo, Irlanda se jugaba el Trofeo Seis Naciones de rugby en Cardiff ante Wales.

Inicialmente partía con ventaja, le valía incluso la derrota por menos de trece puntos para alzarse con la copa, pero los irlandeses no somos así, y aquí me incluyo porque como sabéis, siempre digo que tengo alma irlandesa. Salimos a por el partido, pero dos golpes a palos del capitán galés Stephen Jones pusieron a su selección con una ventaja de seis puntos en el descanso.
En la reanudación Irlanda salió con el cuchillo entre los dientes, no podía volver a repetirse la historia, demasiados años fallando en el último instante, pero esta vez no!! Esta vez todo era diferente con una generación de jugadores espectacular capitaneados por Brian O'Driscoll. Precisamente fue el capitán quien inició la remontada con un ensayo increíble en el que derrochó fuerza y pundonor para vencer a la defensa roja.

Poco después otro ensayo, ésta vez de Tommy Bowe, puso al quince del trébol con una cómoda ventaja que fue dosificando hasta los últimos cinco minutos. Wales apretaba y se había puesto 12-14, de pronto y tras una larga jugada de ataque el "melón" le llegó a Jones que con un fabuloso drop puso por delante a Wales 15-14. No importaba para el Seis Naciones, Irlanda tenía ventaja suficiente, pero el orgullo estaba herido. Una victoria así no merece la pena, además estaba en juego la Triple Corona, un trofeo que juegan los cuatro equipos británicos entre sí y que de esta manera caería en manos de los galeses, y por supuesto el Grand Slam que supone ganar todos los partidos del torneo.

El golpe había sido duro, pero los chicos de verde no se rindieron y en la siguiente jugada, el máximo anotador en la historia de la selección irlandesa, Ronan O'Gara, le pagó a Wales con su misma moneda. Un drop prefectamente ejecutado puso de nuevo a Irlanda con dos puntos de ventaja a falta de tres minutos. Tocaba defender a muerte y así lo hicieron, pero cometieron un error, dejaron un resquicio para la esperanza de los dragones, un penalty en el último minuto desde casi la mitad del campo. Y tras 61 años de sequía, Jones no pudo aguarle la fiesta a Irlanda como seguramente hubiera deseado, falló, y el Seis Naciones pasó a manos de los chicos de O'Driscoll (a la postre nombrado mejor jugador del torneo). Y no sólo eso, también ganaron el Grand Slam y la Triple Corona.

Yo desde mi casa empujé como un irlandés más y siento esta victoria un poco mía. Todos los lunes tras un fin de semana de partidos iba a clase con la camiseta de la selección verde que me regalaron mis amigos. Era mi pequeño homenaje a estos chicos que juegan tan bien al rugby, y por supuesto este lunes volveré a ir con ella, luciéndola orgulloso.



Cómo dicen los irlandeses en gaélico Éirinn go brách, que significa ¡¡Irlanda para siempre!!

2 comentarios:

♫ En El Palacio De La Risa Y El Dolor ♪ ☆ dijo...

y si a algún irlandés no le gusta la birra?? q pasará? se embolará?

Anónimo dijo...

Rubi palote!!!! que pasa machote