Escuela Deportiva de Aire Libre

Allá por noviembre del pasado año, cuando más perdido andaba pensando en mi futuro profesional, una llamada de teléfono me ofreció una perita en dulce. Un trabajo de Monitor de Tiempo Libre solamente los sábados alternando salidas al monte con talleres varios en el colegio Gadañón de San Andrés del Rabanedo (Léon). Sencillo, agradable, desestresante y como digo siempre, trabajo con personitas. Una buena opción sin duda alguna.

En la Escuela Deportiva de Aire Libre lo que se fomenta no es la competitividad como en otros deportes, sino que lo que prima es la Educación en Valores, eso que a mi juicio tanta falta hace hoy en día. Inicialmente la propuesta era simplemente de ocio, de ofrecer a los chavales algo más que la videoconsola o el Centro Comercial para pasar sus tardes festivas. Pero el hecho es que poco a poco se ha ido conviertiendo en algo más.

El valor fundamental que hemos querido fomentar es el respeto por el medio ambiente a través del conocimiento del entorno natural más próximo. No en vano la diversidad paisajística de nuestra provincia es una de las más amplias de todo el territorio español, pudiendo pasar de las enormes montañas de roca caliza al ambiente estepario de los campos cerealistas en a penas 100Km. Las rutas nos han servido para abrir una ventana a esta maravilla natural que nos rodea y que no está mas que a un paso, pero además nos han servido para conocernos a nosotros mismos, aprender donde están nuestros límites y tratar de superarlos sábado a sábado, disfrutando eso sí, de la belleza de los bosques, de la imponente altitud de los escarpados picos y de la delicadeza de los ríos.

El compañerismo, el respeto por los demás y por supuesto, la tolerancia son otros de los valores que se han tratado de fomentar durante estos 9 meses. Y al igual que en la gestación humana, parece que tras ese periodo de tiempo, el parto ha sido satisfactorio y hemos dado a luz a un grupo de chicos y chicas interesados en ser mejores personas. De hecho, y no me gusta presumir de estas cosas, el ayuntamiento de San Andrés ha tenido a bien concedernos un premio especial a toda la trayectoria de esta actividad, precisamente por tratarse de "algo diferente" que fomenta el desarrollo personal del individuo en un marco social y educativo basado en los Derechos Humanos.
Esta Escuela lleva varios años ya funcionando con bastante éxito, y éste año me han escogido para llevar a cabo un trabajo del que me siento orgulloso. Orgulloso de haber compartido tantos momentos, de haber disfrutado como el que más contagiando mi amor por la naturaleza a mis chicos y tratando de aprender de ellos y de mis compañeros Monitores (Silvia y Pablo), tanto como ellos han aprendido de mí.

Espero que no deje de funcionar nunca una actividad tan necesaria como ésta. Es más espero y deseo que se amplie y llegue a más personas porque a todos nos compete la educación de los más pequeños y la nuestra propia. No me queda nada más que decir, simplemente dar las gracias a tod@s por unos fines de semana muy especiales.