martes, julio 05, 2011

El docente y el cañón

No estaba siendo la mejor semana para el profesor, a decir verdad, el mes no había sido como para tirar cohetes. La rampa de la vida se había puesto muy empinada en los últimos tiempos y subirla se tornaba una tarea harto complicada. Los pequeños pasos diarios parecían no servir para avanzar en la ascensión e incluso, muchos de ellos le hacían retroceder cual vulgar crustáceo.

Llegado a este nivel de dureza y esfuerzo hay una clave que todo buen alpinista conoce, y es que las montañas no se suben solamente con las piernas, sino que la cabeza juega un papel tan importante como la musculatura, e incluso, en algunas ocasiones, más. El problema es que la fortaleza mental del docente era precisamente su punto débil. Todo se había desmoronado como un castillo de naipes construído por un crío tembloroso.

El profesor siempre se había refugiado en su trabajo para tomar fuerzas e impulso y así poder avanzar en la rampa, pero ésta vez no podía hacerlo. Las clases, el instituto y los compañeros (salvo raras excepciones) se habían convertido mas que en un refugio, en una trampa para grandes carnívoros. Las afiladas lanzas, fabricadas con madera de haya, se le clavaban en el costado y le costaba respirar. Escapar de allí era lo único en lo que pensaba, pero el fin de curso se le antojaba muy lejano ya que además del dolor punzante de la apatía ante el trabajo realizado, tenía la sensación de haberse convertido en algo que nunca deseó al meter la cabeza en esta profesión, era un jornalero de la educación.

Llegar a casa, hogar dulce hogar, era aún peor. Los recuerdos se agolpaban en cada rincón de las diversas estancias y quedar con los amigos no mejoraba la situación, puesto que las miradas de compunción se sucedían una tras otra, junto con el inevitable interrogatorio acerca del estado de ánimo. A lo cual, el docente siempre contestaba de la misma manera: "bien, bien". ¿Para qué dar más explicaciones?

Así en medio de una rampa que no conseguía ascender, con muy poquita energía en el cuerpo, el docente decidió explotar de la forma menos ruidosa posible. Tomó su bicicleta nueva y se fue sin rumbo, hasta donde las piernas y el dolor le llevasen. Anduvo largo rato, al principio los músculos entumecidos no respondían como a él le hubiera gustado, pero poco a poco fueron entrando en calor y cada pedalada era más liviana que la anterior. Subió un puertecito y luego, sin darse cuenta se encontró observando el Cañón del río Lobos desde lo alto.

La vista era magnífica, paredes de cientos de metros se hundían a sus pies y ante tal espectáculo geológico, se sintió pequeño, tanto que sus problemas también se lo parecieron. Entonces, después de unos minutos de contemplación, apreciando el vuelo de alimoches y buitres leonados, esbozó una sonrisa, algo que llevaba mucho tiempo sin hacer. Volvió a subirse a la bicicleta y descendió para ver el espectáculo desde otra perspectiva.
Al introducirse en el Cañón y verse sólo ante aquel monumento, se sintió casi como un profanador de tumbas en busca de una tesoro perdido, y vaya si lo encontró. La magnificencia de aquel paisaje le traspasó el cuerpo, se sintió aún más pequeño, minúsculo. Notó como aquel entrono le acogía en su seno y sintió la necesidad de sentarse, se sentía abrumado delante de tal belleza. Necesitaba sacar de sus adentros la carga que llevaba demasiado tiempo arrastrando. Tratando de relajarse aún más se tumbó y así, mirando el cielo cubierto de nubes de tormenta enmarcadas por las paredes de caliza, gritó y mantuvo el alarido hasta que este se ahogó en su garganta por la falta de aire en los pulmones. Los el eco se dispersó en los recodos del Canón y sintió como éste se encargaba de absoberlo.

De vuelta a casa, ya liberado, las nubes cumplieron su amenaza de lluvia y descargaron un aguacero que terminó de limpiar al docente. No había sido la mejor semana de su vida, y estaba seguro de que la cosa no mejoraría en bastante tiempo, pero al menos ahora se sentía libre de energías negativas.

Parece que la leyenda era cierta y el Cañón del río Lobos es realmente un sitio mágico
http://www.youtube.com/watch?v=WKWLCIBt9Jc&feature=related

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