lunes, enero 10, 2011

Nuevos matices

"No soporto a las niñas que todas las canciones les recuerdan a algo" Así rezaba el comienzo de una estrofa de Hombres G (del título de la canción ya ni me acuerdo). Sin embargo, yo soy de la opinión que las canciones implican recuerdos, quizá no todas las que has escuchado a lo largo de tu vida, pero sí muchas de ellas. ¿Quién no ha rememorado el primer baile con aquella chica del instituto gracias a la canción que sonaba en ese momento, o la emoción de la escena final de una película al escuchar de nuevo su banda sonora?

El oído es uno de los órganos de los sentidos que se encuentra más cercano al cerebro, un peldaño por debajo del olfato que no necesita nervios ,ni ningún otro tipo de vía de comunicación con el encéfalo ya que se encuentra unido directamente al mismo, y nada menos que en su zona más ancestral y primitiva, la que controla los instintos más básicos. Pero del olfato ya he hablado en esta bitácora, hoy toca el oído.

No me considero con un oído demasiado fino, de hecho soy un negado para la música y cada vez que he intentado tocar un instrumento he terminado frustrado y malhumorado. Pero si que tengo buena retentiva para las canciones y mi cerebro, sin quererlo yo, asocia esa música con el momento que viví mientras la escuchaba. Algo que parece sencillo, pero también hace otras cosas, las relaciona con mis estados de ánimo, con situaciones personales momentáneas a las cuales a penas les había dado importancia o incluso, con situaciones ficticias que solamente han tenido lugar en mi imaginación. Así gracias a mi oído tengo lo que yo llamo, la banda sonora de mi vida (Punset lo llama sinergia)

En esa banda sonora hay muchísimas canciones como podréis fácilmente imaginar. Algunas de ellas son en español, otras en inglés y muchas de ellas simplemente son instrumentales. Pero algo curioso me pasó con una de ellas cantada en el idioma de la gran bretaña. Su ritmo me parecía bueno, era armoniosa y sin embargo, no sé por qué no me gustaba, me parecía triste. En cambio, el otro día zapeando dí con una serie que tenía buena pinta y me quedé viéndola. La pena es que terminaba en ese momento y lo hacía con una canción, podéis imaginar cuál. El caso es que al ver los subtítulos le encontré un nuevo sentido.

Con mi más que deficitario inglés había entendido que hablaba de desamor y nada más alejado de la realidad. Habla de dos personas convertidas en una, de un amor tan fuerte que duele cuando se piensa que se va a perder sin saber por qué. Ahí estaba el matíz, ese que por falta de entendimiento anglosajón no había podido captar.

Simplemente me quedé alucinado de como cambiaba la cosa y ahora lo comparto con vosotros. Id al minuto 38 con 45 segundos
http://www.megavideo.com/?s=seriesyonkis&v=IQAVOMT8&confirmed=1

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