domingo, agosto 19, 2007

Campamentos y Calidad humana

Pasito a paso va continuando el camino y acabo de regresar de otro campamento. Esta vez ha sido como estar en casa puesto que ya llevaba dos años yendo a Velilla del río Carrión para desarrollar mi trabajo como Monitor de Tiempo Libre. A lo largo de estos tres años he conocido a unas personas maravillosas que, han pasado de ser meros compañeros, a ser amigos imprescindibles con los que siempre puedo contar.
Lo cierto es que este año se presentaba un tanto complicado debido a las restricciones que habían impuesto las altas esferas en cuanto al consumo de alcohol dentro de las instalaciones, las salidas nocturnas y otras muchas, bastante absurdas por cierto. Algo que me molesta profundamente es que quienes trabajamos en este mundillo somos gente joven y quienes manejan la viruta son asalariados de mediana edad que, salvo raras excepciones, no saben lo que es ser Monitor de Tiempo Libre. No entiendo que por esa simple diferencia de edad se nos trate como niñatos que lo único que hacen allí es sacar dinero para sus vicios durante el invierno. El trabajo con niños no es ninguna tontería y menos cuando tienes que pasar 24 horas con ellos, pero lo que tampoco se debe hacer es coartar la libertad de cada uno para hacer y deshacer en función de su conciencia. Está claro que tienes que cumplir un contrato, el cual no está muy bien definido dicho sea de paso, pero no se puede pretender hacer de un campamento un campo de concentración en el cual los Monitores seamos robots y los niños autómatas que siguen sus órdenes.
El encanto del trabajo con estas criaturitas radica en que tratas con personitas que no sabes por donde te van a salir. El arte de la improvisación, de ser capaz de poseer los recursos suficientes para cambiar la dinámica que está siguiéndose en una actividad en cuestión de segundos se hace imprescindible. Un Monitor debe tener la virtud de la paciencia infinita, pero también las ganas de comunicar e impregnar de su alegría y conocimientos a esos pequeños seres que reciben y acoplan todo lo que ven, oyen y sienten. Sobre todo esto último, son extremadamente sensibles, aunque muchos se ocultan tras una máscara de dureza o de pasotismo. Es aquí donde el trabajo se convierte en un vocación ya que es imposible pasarte la noche en vela por un niño que se ha puesto enfermo o preocuparte hasta el extremo por una niña que no se integra dentro del grupo, y solamente pensar en el dinero. No conozco a ningún Monitor que sea capaz de hacer esto.

Como remate final hay que decir una cosa, un Monitor de Tiempo Libre que sea comunicativo, simpático, que esté un poco loco y al cual adoren los chavales, no es nadie sin sus compañeros. La calidad humana del grupo de Monitores que he vivido de primera mano en Sierra del Brezo, no se puede explicar con palabras. Pese a todas las vicisitudes acaecidas a lo largo de los días, el trabajo en equipo ha dado sus frutos y hemos sabido colaborar todos hacia un mismo fin. Quiero resaltar que tenía mucho a mi favor ya que la mayoría de mis compañeros también eran mis amigos y las compañeras que no lo eran se convirtieron rápidamente en confidentes y algo más. Es increíble como con personas que conoces de tan poco tiempo puedes tener una confianza tan grande como para hablar las cosas a la cara con toda sinceridad y sin causar malos royos.

Llega el momento del deseo:
"Ojalá tenga siempre a mi lado a personas tan grandes como mi familia brecil incluídas las últimas incorporaciones"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

que grande ruben con lo que has escrito.Refleja perfectamente lo que pienso. Realmente llegar de nuevas y coger confianza con la gente es muy importante y me siento muy orgulloso de haberos conocido, asi que el año q viene mandaremos el curriculum otra vez a ver si tu tio me llama. un abrazo. kike

peibolj dijo...

Que bonito, jobar como escribis con el corazon en el pecho... a mi no me sale porque estoy muerto por dentro, snif. Yo a todo lo q dices quiero añadir, que el humor tan absurdo y esas tiras de Fred no serian posibles sin ser una familia (aunq sea brecil). Un abraaazo