Fábula de Gabriela y Cecilia
Gabriela cuenta con apenas ocho meses y está en el ecuador de su vida. Es una joven hembra de ratón de campo que camina pensativa entre las hierbas que crecen al pie de las jaras, jaras que inundan con sus aromas el paisaje del monte bajo extremeño. Sus quehaceres diarios no van más allá de atiborrarse de todo brote nuevo que se encuentra a su paso, y cuando se topa con alguna bellota de las encinas circundantes se siente como si hubiera hallado un tesoro. Disfruta con lo que la vida le depara y se siente agusto consigo misma. Sigue con su paseo a la par que la otoñada empieza a sentirse en el aire fresco de la tarde. Mientras disfruta de las semillas del trébol que ha madurado en un pequeño claro siente un pinchazo en el muslo derecho. Parece un tirón muscular, un calambre que no le impide seguir con su paseo. Poco a poco la pata le empieza a fallar, sufre espasmos y no responde al movimiento. Gabriela no entiende nada, el caso es que no le duele, pero el caminar empieza a ser muy com...