Emotivas despedidas
Cuando decidí meterme en esto de la docencia, tenía la cabeza embotada de tantas deliberaciones. Era mucho lo que tenía que dejar atrás y debía jugármela a una sola carta, la carta de las oposiciones, la cual no siempre es un as del palo que pinta. Sin embargo ahora puedo decir que la decisión fue acertada y todo se lo debo a mis alumnos del instituto Vela Zanetti de Aranda de Duero y por supuesto, también a algunos de mis compañeros profesores. Este pasado viernes fue mi último día de clase en dicho centro y sabía, o al menos intuía, que mis chicos iban a preparar algo especial para despedirme, pero jamás había soñado ni por asomo, que fuera a ser algo tan maravilloso. Muchos fueron los regalos: una taza del cambio climático (muy acorde para un profe de ciencias), un elegante sombrero (para cambiralo algun dia por la boina), una chapa de la suerte (siempre necesaria), un par de peluches (para hacerme sonreir), muchas cartas emotivas y una esclava de plata. Sí! todos los alumos de 1º B...