FABADA
Esta vez fue una fabada asturiana cocinada con maestría y encanto por la madre de Guzmán. No hay nada mejor que reunir a los amigos en torno a un buen potaje en un frío día navideño. Y es que si algo bueno tiene la Navidad es eso; los amigos y amiguetes regresan a la tierra natal y están disponibles para que, con la excusa de una copiosa comilona y un pocha nos juntemos todos. La verdad es que la fabada era la comida perfecta, en ella se juntan una serie de ingredientes que por separado no tendrían mucho sentido pero que unidos son una combinación deliciosa y explosiva. Al igual que en la cazuela se mezclan fabes con morcilla, chorizo, oreja, lacón y carne de tal manera que cada alimento aporta su sabor y su aroma, en nuestro grupito nos juntamos unos pesonajes extraños que no tenemos muchas semejanzas en apariencia, pero que juntos somos increíbles. Biólogos, ingenieros industriales, informáticos, periodistas y licenciados en ADE formamos una rara combinación que sin embargo funciona...