Fiestas
Dudando, voy o no voy. Me voy a encontrar con situaciones, con momentos y lo peor de todo, con sentimientos ya vividos que no he olvidado y que a buen seguro harán daño por lo dulce del recuerdo y lo amargo de lo irrepetible. Venga, no voy, les digo que no puedo, que es superior a mí, que tengo gastroenteritis o cualquier otra excusa peregrina que se me pase por la cabeza. Pero ¿cómo no voy a ir? Adolfo me dijo que si no iba, venía él a buscarme. ¿Cómo les voy a dejar tirados cuando he dado mi palabra? Además a ellos les hace ilusión y en el fondo a mí también, ya estoy tan integrado en el pueblo que no puedo faltar. Venga pues voy, se acabó, hago la maleta y me piro ¿qué me puede pasar, que lo pase mal por un rato? Seguro que el resto, lo paso bien. Ya... pero vaya rato más malo...puf!! Suena el teléfono "Ah, ¿al final tú también vas? Pues entonces genial, porque no quería verme sólo en según que momentos, vale tío, nos vemos allí" Definitivamente voy, las fiestas de San Leo...