Imágenes amables
La semana pasada tenía que irme a casa, pero mis compañeros abulenses del instituto me dijeron que el parte meteorológico para el fin de semana lo ponía bastante crudo. Ellos viajan todos los días desde Ávila y están muy al tanto de estas cosas así que decidí tomármelo en serio. Ya no veo la televisión tanto como lo hacía antes. Supongo que será porque este año estoy bastante más liado que otros con las clases, tanto con las que imparto como con las que recibo. Quizá sea porque he redescubierto el placer de dejarme llevar por un buen libro y quitarle horas al sueño enfrascado en la historia que me cuenta. Algo tendrá que ver que este año comparto piso y no tengo que paliar la soledad del que come mirando las sillas vacías que hay a su alrededor con el sonido de los presentadores de los más diversos programas. La explicación puede ser cualquiera de ellas o un compendio de las mismas unido a muchas otras razones, pero el caso es que este año veo mucho menos la televisión. ...