Diario de viaje: Países Bajos
Tras la visita de obligado cumplimiento al Atomium, monumento conmemorativo de la Expo de Bruselas de 1958, que representa un cristal de hierro agigantado, Brujas nos recibe con lluvia.
Es una ciudad pequeña situada al oeste de Bélgica cuyo mayor atractivo es pasear sus calles acompañadas en todo momento de canales. No en vano a Brugge (como se le denomina aquí) la llaman la venecia del norte. Caminando bajo una lluvia suave aunque incesante decidimos pararnos en una chocolateria encantadora encajonada entre la Catedral de San Salvador y la iglesia de Nuestra Señora. Abajo una tienda que parecía sacada de un cuento de Andersen y arriba una casa reestructurada para acoger al invitado que ansía un buen tazón de chocolate caliente.
Al día siguiente, y después de haber conocido a nuestro primer compañero viajero venido de tierras mexicanas y a la chica más guapa que recuerdo haber visto ponerme un café, dirigimos nuestro pasos hacia la ciudad de Gante. Pronto pudimos comprobar que t...